Solía mover la cortina de mi ventana para observar si ya había salido el sol por la mañana,daba un par de vueltas en mi cama mientras me quejaba mentalmente de lo difícil que siempre era despertarse temprano en las mañanas.
Iba al baño a asearme pero en realidad siempre terminaba quejandome porque el agua estaba helada.
Luego me ponía el horrible uniforme que no me lucía bien para nada y repetía en mi cabeza "quedan pocos días, ya pronto esto se acaba".
Aunque la suerte no es algo que me acompañara, he de admitir que bendecida estaba ya que el colegio quedaba a 2 minutos de mi casa, así que solo caminaba un par de pasos y al infierno rápidamente yo llegaba.
Me sentaba en el mismo sitio a esperar que mis pocos amigos y los otros llegaran, mientras escuchaba como las chicas de segundo año de bachillerato relataban que alguien casi pierde la virginidad en la fiesta de la semana pasada.
Al pasar los minutos me desesperaba pues a veces no quería escuchar ese tema de conversación pero ellas lo gritaban como que si de la mejor cosa se tratara.
Mi mejor amigo ya se acercaba a mi lado para decirme "tengo sueño porque he visto game of thrones toda la madrugada" entonces yo me reía y solo lo escuchaba hablar de las mejores muertes de toda la quinta temporada.
Los minutos pasaban y los otros se nos acercaban,se sentaban a nuestro lado a contar de sus tontas hazañas y de como a Ivana casi la mata la mamá porque el viernes no llegó a su casa.
Pero a mi eso no me importaba así que mi mente viajaba y lela me quedaba,aunque otras veces tarareaba alguna canción que me gustara.
Así es como pasaron mis mañanas durante 11 años en el infierno que "colegio" llamaban.