Capítulo 2

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  Corro como el viento intentando huir de la policía. Las gotas de sudor por la adrenalina bajan por mi frente. Al menos no han visto mi cara. Me detengo cuando los he perdido de vista y me meto por un callejón.-Vamos a ver que tenemos aquí.-abro el bolso que he acabado de robar y, joder macho, un paquetito de chicles de hace un mes tal vez y una billetera vacía y sin dinero ni identificación. Tiro el bolso al suelo y me voy del oscuro y tenebroso lugar.

Llego a mi casa, no es que sea una casa de lujo pero es una casa que me he conseguido con mi sudorcito. Tengo mi trabajo en una cafetería para los gilipollas de la millonada y me gano un buen dineral. Esos tipos cagan dinero joder. Casi todos me dejan propina como de 20 dólares en adelante, más la paga de mi jefe, son como 300 dólares diarios.

Me doy un buen baño y me preparo una hamburguesa para cenar. Termino de comer y entro en mi habitación. Enciendo mi celular y pongo música. De pronto oigo un ruido proveniente de la cocina. Paro la música y agarro mi cuchillo.  Salgo hacia la cocina y veo un chico rebuscando en mi nevera.

-¡Ey!, ¿Me podrías explicar que cojones haces en mi casa?, ¡Fuera o te juro que llamo a la policía!-le apunté con el cuchillo.

-¿Y que la policía encuentre todas estas cosas robadas?-me asombro ante lo que acaba de decir.

-¿Cómo coño lo sabes?-le pregunto molesta.

-Mira a ver de qué lado estás. O llamas a la policía para que me "arresten" y se den cuenta de que la mayoría de las cosas aquí son robadas o...-se voltea y veo su cara. Ojos verdes, una sonrisa malvada y pecas por toda su cara. Debe tener unos 16 años, joder, que joven para colarse en casas ajenas. Oh vamos Alison, tu haces lo mismo y tienes 15.-me reprocha mi mente.

-...Me dejas ir y actuamos como si nada hubiese pasado.-sonríe.-Vamos, no sabía que había alguien aquí.-se recarga de la estufa.

Me lo pienso un poco y, joder, tiene razón. La policía me puede pillar. Tampoco voy a dejarle ir, puede volver cuando no esté.

-¿Qué quieres?-aprieto aún más el agarre del cuchillo.

-Eso de allí.-señala el viejo collar de diamantes que está colgado en la pared, decorando el lugar. Joder ese collar que me regaló mi abuelo antes de morir tiene un gran valor sentimental.-Me lo das, y me iré.-se intenta acercar y yo lo dentengo con el cuchillo.

-No, busca otra cosa, todo menos eso.-le digo seria y firme.

-Vamos, solo es un jodido collar.-le coloco el cuchillo en el cuello.

-No es un jodido collar, ha pasado por mi familia desde hace generaciones. Mi abuelo me lo dió antes de morir. ¡No te acerques mas o te juro que te corto la garganta!-hago un pequeño corte para asustarle.

-Joder.-pone su mano en su cuello y mira la mano con sangre.-Lo has hecho mal niña, ahora no me largo de aquí sin mi jodido collar.-Sale corriendo hacia el y lo agarra.

Abro el cajón de la cocina y saco mi arma. Le apunto con ella y cargo la pistola.-Manos arriba.-el lo hace.-suelta el collar.-lo soltó.-Camina hacia mí despacio o te juro que aprieto el jodido gatillo.-el camina lentamente hacia mi.

-Oye vamos, no hay que ponerse así por un estúpido collar.-joder, que pesado.

-Quiero que te vayas de mi casa ahora y espero no volver a verte porque te irá mal.-Abro la puerta y dejo que se vaya. El se va corriendo y yo suspiro. Debo tener una caja fuerte para todas estas reliquias. Lo curioso es, ¿cómo coño supo que todo esto era robado?

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Gracias

TRUSTLESS |H.R|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora