Los humanos siempre habéis escuchado historias sobre El Cielo, de la misma forma que los ángeles lo hemos hecho con La Tierra. No todos nosotros conseguimos ver vuestro hogar, pero esperamos con paciencia que se nos de esa oportunidad.
Aunque jamás os he visto de cerca, me encanta observaros. Vuestro planeta es el más bello de todas las creaciones hechas hasta ahora pero también el más reciente y por eso cada ser humano es tremendamente inmaduro e inexperto y, al mismo tiempo, fascinantes.
¡Oh! Que maleducado por mi parte. Permitidme que me presente. Me llamo Esperanza y como mi mismo nombre indica soy la 'esperanza' o, más bien, su hija. Cada ángel tiene su cometido, un sentimiento que debe honrar y llevarlo a aquellos que más lo necesiten. La esperanza es uno de los más importantes, o eso dicen muchos. Dos de los cinco ángeles representantes de este sentimiento son mis padres: Esperanza (madre) y James. Detrás de ellos hay un gran equipo de ángeles esperanzadores, pero con rango inferior.
Sí, me llamo como mi madre, y ella como su sentimiento asignado. Sé lo que pensáis. ¿Es que El Cielo no puede ser más original? Pero tiene su sentido, se le asignó este nombre por una razón. Ella es la manda más, por así decirlo, en lo suyo. Yo había legado el nombre, y algún día también su responsabilidad.
No siempre la unión es tan pura como la de mis padres, en ocasiones se mezclan sentimientos. De la unión de un ángel del cariño, Sirebella, y un ángel de la desconfianza, Roger, surgió un nuevos sentimiento llamado celos. Pobre de los humanos que les tocase experimentarlo.
Aunque hasta ahora sólo hable de sentimientos no penséis que los ángeles los tenemos de la misma forma que los humanos. Nosotros solo se los hacemos llegar a ellos... Pero no sabemos lo que se siente con eso llamado 'amor', 'tristeza'.... Según los más sabios nosotros expresábamos el amor estando junto a la persona que compartíamos nuestra existencia, inseparables el uno del otro, pero dicen que el amor humano es más intenso y también peligroso.
Los ángeles más Antiguos eran los encargados de la educación de los jóvenes. Enseñanzas que se basaban en relatos e historias. Yo apenas tengo diecisiete años humanos y, según las historias que cuentan los Antiguos, al cumplir los dieciocho podría descender a La Tierra para visitarla.
Pese a las advertencias siempre he deseado bajar ahí.
Y ese día cada vez estaba más cerca.
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Historia de un ángel
Short StoryLa oscuridad es un trago amargo para cualquier ángel pero para Esperanza fue algo mucho más que eso. Dispuesta a descender de los cielos para ver mundo, para sentir esos sentimientos tan fuertes de los que había oído hablar, arriesgó lo inimaginab...