-Gracias por traerme - le regalo una sonrisa pícara y bajo de la moto-
-Nada nena -dice dándome una cachetada en el culo-
-Nos vemos -digo para después entrelazar mi lengua con la suya.
Se que no es cierto, se que no voy a volver a verle, pero sinceramente, ¿Qué mas da? Fue bonito mientras duró, ahora cada uno por su lado.Saco la llave para abrir despacio la puerta de mi nuevo piso. Sé que no hay nadie, pero aún así entro silenciosamente.
Lara no viene hasta la semana que viene, y Val está con un chico. Si, suena asombrante, mi querida mejor amiga quedando con un chico, se me hace mayor. Pero, desgraciadamente, se cómo es Valeria, y se que no se acercará mucho a él. Su lema siempre ha sido el no rotundo hacia los chicos, y me da bastante pena ya que es una chica de diez, aunque ella no quiera darse cuenta. Somos dos polos opuestos, ella jamás ha tenido novio, y yo pues bueno, me gusta la variedad, la verdad. -Me río sola ante ese pensamiento que pasa por mi alocada mente. -Llamada telefónica
-Ey, ¿dónde andas?
-Pasándomelo bien, y tú molestas, así que chao. -dice tan simpática como siempre, pero esta vez algo falla. De fondo se escucha alguien hablando y ella ríe hacia sus comentarios.
-Espera -digo seria para darle importancia al tema. -
-¿Que quieres?
-¿Pasándotelo bien pillina? -digo con tono interesado -
-Adios Ali, después te cuento. -De fondo se escucha bastante ruido, a saber donde está esta chica. -
-Precaución - digo resoplando antes de ver como mi mejor amiga corta la línea.
Genial, ¿y ahora que hago yo?
Decido salir a explorar Madrid, no sin antes cambiarme de ropa.
Voy metida en mis pensamientos cuando algo me hace volver al mundo real.
-¿Que haces imbécil? -digo cuando alguien choca contra mi en la entrada del metro-
Mira por donde vas joder.- ¿Perdona? -dice haciéndose el ofendido- Quizás este no sea tu sitio, deberías volver a... De donde quiera que seas nena -dice acortando la distancia que hay entre nosotros-
-¿Pero quien te crees? -digo gritando ofendida-
-Me creo quien soy guapísima -hace una pausa- ¿vienes? -me ofrece su mano-
- ¿Contigo? Ni al fin del mundo
- No dirás lo mismo cuando te enamores - dice antes de mirarme fijamente.
- La llevas clara conmigo muchacho. -digo apartando la vista de esos ojazos color café.
-David -hace una pausa- me llamo David, ¿y tu eres? - dice haciendo una mueca-
- Alicia, Ali -digo imitándole resignada-
-¿Vienes? -dice templando la voz-
-¿Porqué debería ir con un desconocido? -digo seria.
-Por que quizás, después de esta noche, no volvamos a ser desconocidos - ahoga una carcajada y entrelaza su mano con la mía para meterme en el metro junto a él.
-David -digo susurrando una vez dentro del tren-
- Dime nena - añade él aún agarrando mi mano.
-No he pagado -rio por primera vez.
-Si nos meten en la cárcel ya sabemos de quién es la culpa- rie- no te preocupes, en Madrid no es como en Toledo, posiblemente la mayoría de gente que hay aquí tampoco tenga billete.
-¿Cómo sabes que soy de Toledo? - digo levantando la ceja-
-Hablas como mi ex. - Dice y yo suelto de golpe su mano y me cruzo de brazos.
-Es coña bonita -dice susurrando en mi oreja- Tu pulsera te delata. -Cierto, no había caído en que tengo una pequeña pulsera en la que pone Toledo. David es muy listo, vaya.