Héctor seguía perturbado por todo lo que le había hecho a Molly. Él sabía que su conducta no fue la correcta, que la abandonó sin darle una explicación. Pero estaba dispuesto a jugársela todas por su amor.
Llamó a su asistente
-Cancela todas las reuniones de la semana saldré de la ciudad por unos días.
-Esta bien Señor Héctor.
Cortó la llamada.
Necesitaba volver a Lorenzana al pueblo donde conoció a Molly. Recuerda la primera vez que la vió, aquella chica de ojos café que atendía el puesto de frutas en el mercado. Su pelo ondulado se elavaba por el viento que azotaba aquel lugar. En ese momento estaba atendiendo un señor mayor, era dulce con él y su tono de voz eran torrentes de aguas cálidas que acariciaban mi oído. Su cara redonda encajaba perfectamente con aquellas lumbreras café, su nariz pequeña y sus labios pequeños pero carnosos. Héctor se quedó impresionado con aquella jóven, esperó que se fuera el señor y se acercó.
-No pareces de aquí.
Ella levantó la vista
-¿Disculpe? -respondió Molly
-Eres muy bonita para pertenecer a éste pueblo.
La cara de Molly se puso muy roja pero se quedó callada. Héctor siguió hablando
-¿De donde eres?
-Señor, ¿Comprará alguna fruta? Porque si no es así me gustaría que me dejará recoger que ya voy a cerrar.
Héctor no podia dejarla ir tan rápido
-Mi nombre es Héctor. Soy ingeniero y no vivo en el país actualmente. Ese carro que esta ahí es mío y me encantaría invitarte a salir.
Molly no podía creer lo que estaba escuchando.
-Hola Héctor, mi nombre es Molly y trabajó en el mercado y me encantaría que me dejarás tranquila si no vas a comprar nada. Gracias.
Héctor sabía que Molly no era como las chicas que había estado. Fue una tontería decirle a la primera su profesión y lo del carro, pero pensó que ésta sería igual a las demás.
Una vez las maletas hechas, subió todo al carro y salió, encendió la radio y sonaba "la promesa" de Melendi. Menuda canción para salir de la caótica ciudad de Madrid.
Mientras iba de camino la llamó varias veces pero sólo escuchaba el buzón de voz: "Holaa soy Molly! Si te ha salido el buzón es porque de seguro ando pérdida o me secuestraron unos tíos bien buenotes jajaja, mentira seguro estoy muy ocupada y no puedo contestar,dejá tu mensaje y luego te devuelvo la llamana". Héctor cerró de mala gana. Estaba enfadado consigo mismo... Por estúpido.
Continuará...(LE DEDICÓ ÉSTA 3RA PARTE A ALGUIÉN QUE ME MOTIVO A SEGUIR ESCRIBIENDO ESTA MINI HISTORIA DE "HÉCTOR Y MOLLY" GRACIAS ROBERTO POR COMPARTIRLO EN TÚ PÁGINA!! ESTO VA POR TI, ESPERO QUE TE GUSTE). BESOS!