Narra Amanda
Abrió la puerta del auto para que yo entrara, era demasiado caballeroso al menos más que Max.
— Y cuanto llevan con tu novio?
— Novio cual novio?
— El de esta mañana que gritaba que eras una…
— Si él y yo ya no somos nada…….. terminamos.
— No quisiera ser entrometido pero por que terminaron?
— El no era lo que yo pensaba.
— Y que era lo que pensabas.
— Que él era diferente, que todo iba a ser color rosa, Max fue mi primer novio y yo creí que el amor era de novelas y películas pero me equivoque, al principio todo fue perfecto él no se mostro tal y como era, al principio todo fue maravilloso él era todo lo que había soñado, era mi príncipe azul y yo era la ingenua princesa, cuanto pasaba más tiempo con él empezó a sacar las uñas.
— Y por qué no te alejaste?
— Varias veces lo pensé, pero mi mama decía que él era el indicado, que debía soportar al principio estaba tan ilusionada que lo soporte todo, pero el mayor enemigo en una relación es el tiempo.
— Si te entiendo, pero no sientes nada por el cuanto tiempo llevaban?
— 2 años… sabes si siento muchas cosas cuando lo veo, odio, rencor, desprecio y mucha pero mucha lástima.
— Pero no quiero ser persistente deberás no sientes amor algo debió quedarte.
— Si cicatrices eso fue lo único que me quedo, dolor y rencor.
— En realidad debió ser malo.
— No te imaginas cuanto, fue lo peor.
— Eres una chica demasiado fuerte.
— Si eso parece… pero cuéntame de ti?
— De mi… la verdad no hay nada interesante.
— No te creo eres un mentiroso.
— Enserio…. haber que puedo contarte.
— Sigo esperando.
— Llegamos – creo que quiere ocultarme algo, no solo estoy paranoica, recuerda lo que dijo Dani : solo disfruta todos los momentos.
— Es hermoso este lugar.
— Entremos – la cena fue un éxito, fue tan agradable sentirme así de nuevo, tenía que ser cuidadosa o debía ir a ciegas, que pasara lo que tenía que pasar.
— Muchas gracias la cena fue excelente y me imagino que ahora iremos a casa?
— A casa no la noche es demasiado joven para ir a casa, en realidad quiero llevarte a un lugar muy especial.
— Ok.
— Súbete al auto y venda tus ojos con esto por favor—estaba loco no vendaría mis ojos, aun no lo conocía bien.
— Para que quieres que vende mis ojos?
— Tu solo confía, no te violare ni te are nada malo jamás podría lastimarte – jamás podría lastimarte eso me lleno tanto de confianza que me los vende si replicar o dudar.
— Ya vamos a llegar.
— Falta poco – no puedo negarlo me sentía ansiosa, de pronto el auto se detuvo, hacia frio, el aire no era de la ciudad.
— Puedo descubrirme ya los ojos.
— No baja del auto, dame tu mano, solo sigue el sonido de mi voz – a medida que nos acercábamos podía escuchar las olas golpeando contra las rocas – ven preciosa ya vamos a llegar, descúbrete.
— Niall esto es hermoso.
— Ven o quieres quedarte afuera -- se quito los zapatos y empezó a caminar en la arena, quite mi zapatos también y empecé a seguirlo, tomo mi mano y sonrió.
— A donde vamos?
— Ya verás – caminamos unos pocos minutos y a lo lejos pude tener una casa de playa.
— A ya vamos.
— De quien es la casa?
— Mía bueno no mía de mis padres – caminamos hacia ella, era demasiado grande, pero aun no sabía por qué veníamos aquí y por que era un lugar especial.
— Y porque estamos acá?
— Solo estamos de paso.
— De paso?
— Si venimos a cambiarnos de ropa – si no estaba entendiendo nada ahora sí que menos.
— Cambiarnos de ropa, yo no traje más ropa.
— Si tu amiga me dio una mochila con ropa – quede asombrada Dani sabía todo? Enana me engaño.
— Entra…… Amanda
— Lo siento estaba pensando, así que hay que cambiarnos.
— Si mira aquí está tu ropa y aquí te puedes cambiar.
— De quien es esta habitación?
— Mía lo siento si está un poco desordenada.
— Descuida.
— Bien te dejare para que te cambies – cerró la puerta y salió de la habitación, empecé a observar cosa por cosa, pero lo que más llamo la atención fue la pared que estaba al frente de su cama tenía un gran plástico. Algo me decía que no debía quitarlo, pero la curiosidad mato al gato, me subí en una silla y empecé al halar el gran plástico que recubría la pared. Quede impactada con lo que observe, fotos muchas fotos en ellas siempre estaba la misma chica, Quede un poco abrumada, habían muchas clases de foto grandes, medianas, chiquitas con marco sin marco, habían varias hojas con su nombre.
— Amanda ya estas lista – llamo a la puerta, me apresure a colgar el plástico.
— Dame un minuto, ahora salgo.
— Te espero abajo.
— Estoy lista – solté mi cabello y lo trence para un lado, la ropa no me daba pistas de a dónde íbamos lo único que pude deducir fue que aria frio.
— Vamos.
— No piensas decirme a donde vamos?
— No solo confórmate con que iremos caminando.
— Está bien vamos – caminamos varios minutos y no aguante mas.
— Niall te puedo preguntar algo.
— Claro dime.
— Quien es o fue Barbara?