La casa era austera, habían dos niñas pequeñas se parecían mucho deduje que eran parientes por lo menos hermanas, una mujer que al parecer era su madre las llamaba a comer, la cara de la mujer era linda , cálida, daba tranquilidad. La mujer llamo en varias ocaciones a una pequeña con cara más delgada Romina mientras que la otra la cual su pelo era más claro y sus facciones más diminutas Evelyn. No recordaba cómo había llegado hasta aquí. La niña llamada Evelyn de pronto se percató de mi presencia, al parecer era la única que me prestaba atención, tomo mi mano, es entonces que recordé que esta niña es la mujer que antes sostenía mi mano y caminaba conmigo.