La muerte es como una lava blanca
Tan segura de si misma. Que se da el lujo de esperarnos sentada en un banquillo.
Con un cigarro en la mano y un mezcal para celebrar porque al final de todo esto amar es más difícil que matar.
Tengo la vida vendida
Nunca tuve otra salida
Siempre andando a escondidas y el dedo al gatillo quién diría.
No soy la virgen María pa' concederte milagros pero si me tratas bonito uno que otro si te hago.
No confíes mucho en mi
Porque me he encomendado a mal verte . El siempre ha estado conmigo me cuida y también me protege.
Así que no confíes mucho en mi porque si estás conmigo en el momento preciso de hechar bala nadie podrá detenerme.
