《dos》

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-Hasta que por fin llegas. Hice tu favorito, latte de vainilla y muuucha crema- Yoongi decía mientras se acercaba a la pequeña mesa con dos tazas de café en sus manos.

-Espero que haya quedado como te gusta- y terminó por darle un dulce beso en su frente.

-Que lindo eres Yoongi, gracias- y su sonrojo se hizo visible.

Yoongi se alejó de la mesa para terminar de cocinar. Se veía tan concentrado, le gustaba que su comida saliera a la perfección, aunque fueran solo tostadas con mermelada, pero se preocupaba de que fueran las mejores tostadas que su novio pudiera probar.

Estaba tan metido en sus pensamientos, hasta que escuchó un sonido raro que provenía de Jimin, era algo parecido a un gemido.

-¡Yoongi, estas tostadas  están deliciosas! Y el café te quedó tal como me gusta- Sonreía hasta que sus ojos desaparecían.

-¿Si? No creo que sea para tanto bebé, pero me alegro que te gustaran-

-Bah, qué dices, ¡este café está delicioso!- Decía Jimin mientras acercaba la taza a su boca dejando rastros de crema sobre ella.

El problema es que Jimin seguía haciendo sonidos raros cada vez que se llevaba algo a la boca, y Yoongi sólo podía pensar en cosas que sinceramente no eran limpias, estaba seguro de que esos eran gemidos, y ya se estaba calentando. El bulto de su pantalón podía verse a kilómetros.
No era capaz de darse la vuelta y enfrentar a Jimin a la cara. Prefería estar de espaldas y fantasear hasta que pudiera.

Y así fue, mientras el menor hacía esos sonidos mientras comía, Yoongi cerró los ojos, aún sosteniendo el cuchillo para terminar sus otras tostadas, al menos para disimular.
Su cuerpo ya no respondía y en su mente eran sus manos las que provocaban los pequeños gemidos de Jimin, recorría cada extremo, mientras dejaba lamidas en el pálido cuello del menor.

-A-ah Jimin- soltó un gemido casi inaudible y se tapó la boca lo más rápido que pudo.

Jimin levantó lentamente su cabeza de su desayuno y miró extraño al mayor -Yoongi, estás bien?-

Yoongi se acercó lentamente a Jimin con deseo que expele de su cuerpo.

-No Jimin, necesito algo justo en este momento, y sólo tu puedes ayudarme-

-N-no entiendo nada, ¿te sientes bien?-

-Mejor que nunca bebé, mejor que nunca-

Y esa frase hizo que Jimin abriera los ojos sorprendido, luego de que sintió unos labios devorarse los suyos con desesperación.

Jimin estaba muy sorprendido, pero algo en él no lo quería detener, así que le siguió el juego y coló sus brazos alrededor del cuello del mayor.

-Y-yoongi, m-mh- Sus labios temblaban, pero no podía parar, no ahora.

manchas de café / yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora