Primavera, llena de olores, fragancias que superan cualquier aroma proveniente de fuera.
Atraen nuevos vientos, formados por anormalidades que solo tu y yo podemos comprender.
Eres la primavera, porque en ti puedo ver serenidad, puedo como las polillas sobre ti pueden andar y cada rosa dando color en su lugar, eres como miel, que endulza en el mas amargo lugar, pero no es fácil poderte alcanzar, las abejas por ti lucharán, pero siempre aparece alguien dispuesto, dispuesto a vencer lo que sea, para que tu llegues a ser su primavera y algún día poderte alcanzar.
Este soy yo, y aunque no quiero ser el Rey de tu vida, pero si el Rey de tu dulce panal.
Verano, estación en la que somos libres, donde deberíamos caminar en la playa y hablar de lo sucedido, donde esperariamos cada minuto juntos sin problema, antes que llegara el caluroso atardecer.
Y aquí entras tu, aquella persona que me abrazo, después de aquel duro invierno vino sobre mi y me dio calor, aquella persona que por mas fuertes las olas de la playas nunca soltó mis manos para no perderse jamás de mi.
Estación donde el Sol hace derramar los helados, donde el Sol hace que las flores sean resecas hasta un próximo invierno, donde el mismo puede lograr que las playas sean evaporadas y nunca tu y yo poderla observar, pero el Sol no pudo con nosotros.
Aunque tan lejos nos quiera llevar el uno con otro, juntos vamos a permanecer porque ya me sellaste con tus brazos y jamás me llegaré a separar.
Otoño, todo se cayó.
Todo comenzó a despamparronarse, a descender y su color empezó a perder.
No hubo ninguno que haya quedado de pie, todos empezaron a descender.
Sus sentimientos, anhelos y sueños.
Cada pensamiento, deseos y tiempos.
Todos se fueron abajo.
Uno de los tiempos mas largos y sufridos, aunque uno de los menos reconocidos.
Aquel Otoño, donde los colores amarillentos dan nuevas vidas a las calles, donde tu y yo decidimos a detalle permanecer juntos aunque la marea baje y baje.
Mil y una vez, no nos cansaremos, aunque cada hoja quiera enterrarnos, quieran cubrirnos para no dejar rastros volveremos a salir, porque todos ellos no podrán con nuestro amor.
Todo cayó, pero, nosotros permanecemos, aun estamos de pie y jamás nos cansaremos.
Hemos decidido esperar juntos la primavera y aunque venga el invierno otra vez nuestro amor se mantendrá de pie.
Invierno, el color amarillento desapareció.
Las nubes grises y el color verdoso de los árboles a lo largo del día y la anoche jamás llegaras a ver.
Las nieblas empiezan a tomar su lugar y las aves y rosas se renuevan en su mismo lugar.
No es cuestión de una estación más, tampoco donde volvamos a sufrir, llego el momento de esperar lo que realmente nos hace vivir externamente, lo que renueva cada vez mas el brillo de tus ojos y las polillas que vuelan sobre ti lo hacen con libertad.
Donde el aroma de tu piel ya se empieza esparcir y los fragantes amanecer reaparecen como se esperaban.
Esta estación donde la emoción esta de mas, donde verte es lo que quiero, y besar tus mejillas sin ningún impedimento.
Donde cada escrito entre tu y yo causa nostalgia y no ver tu rostro en tanto tiempo me derrama.
Invierno congeló, pero primavera restauró.
Haz sido como cada una de mis estaciones, hemos pasados por distintos procesos pero siempre nuestra primavera vemos llegar.
