Ericka Noterdish Y La Corona de Aurora.

Nuevos Amigos.

De pronto un muro de piedras salió del suelo y las bolas de oscuridad golpearon contra el muro, luego un chorro de agua fue disparado del cielo hacia los stropers el cual los dejo inconscientes, el muro de piedras bajó y desaparecio en el suelo, dos siluetas femeninas bajaron del cielo, una parecía tener unos 15 años, la otra un poco menor, ambas tenías sus alas iguales, hermosas alas blancas y emplumadas.

- Acaso, ¿son angeles?- preguntó Ericka a sus salvadoras cuando pusieron sus pies en el suelo.

- Algo así- dijo la chica morena de cabello ondulado negro, un poco más baja que la otra.

- No le hagas caso a mi hermana- dijo la otra chica, un tanto pálida, con risos negros- ella es Rebeca y yo soy Hannah Wólfer, somos hermanas, yo soy mayor un año, ¿estas bien?, ¿cuál es tu nombre?

- Si, Estoy bien, soy Ericka, Ericka Noterdish.

- Rebeca y yo nos dirigimos a la biblioteca ahí es más seguro, ¿nos acompañas?

- Esta bien, será más seguro que aquí, con eso basta.

- Vamonos- Hannah y Rebeca extendieron sus alas y se elevaron.

- ¿que esperas chiquilla?- preguntó Rebeca.

- Eh... Aún no tengo mis alas.

- ¿QUE?- Hannah preguntó muy asombrada- nosotras te llevamos.

Ambas sujetaron a Ericka y empezaron a volar en dirección opuesta al centro de la ciudad, volaban un poco bajo, casi sobre los techos, así era menos probable que las atraparan, luego de unos diez minutos se logró ver un gran edificio con pilares a los lados y una gran escalera en frente.

- Llegamos Hannah.

- Ya me di cuenta Rebeca.

Todas bajaron y las alas de la hermanas desaparecieron, subieron las escaleras hasta la gran puerta de madera, entraron a la biblioteca, estaba como el resto de la ciudad, destruida por todos lados, en el interior los estantes caídos y libros destrozados abundaban.

- ¿quien anda ahí?- dijo un chico moreno de lentes, el cual también parecía tener 15 años, mientras apuntaba con bolas de fuego a las tres chicas.

- Jonathan, esta bien, somos nosotras, Rebeca y Hannah.

- ¿quien es ella?, Hannah.

- Su nombre es Ericka.

- Pasen, rápido.

El chico las guió hacia una esquina de la biblioteca donde tenían una fogata encendida, los chicos se sentaron al rededor de la fogata, a los minutos el ruido de un libro cayendo llamo la atención de todos. Una ráfaga de viento apago el fuego y del suelo empezaron a brotar raíces que atraparon a Rebeca y Ericka, Jonathan trató de quemarlas, pero no pudo, el viento apagó sus llamas, las raíces los alcanzaron a todos y empezaron a gritar del miedo.

- ¿quienes son ustedes?- preguntaron dos chicos mientras salían de la oscuridad de entre los estantes, uno parecía controlar las raíces, y el otro las ráfaga de viento que apagaban las llamas de Jonathan

- Somos chicos escondiendonos, nada mas- exclamó Jonathan.

- ¿crees que debemos confiar en ellos Adrien?- preguntó el mayor.

- No se, no parecen malos, Jostin.

La raíces empezaron a soltarlos y el viento dejó de ser brusco, Jonathan encendió la la fogata nuevamente, y los chicos se acercaron, todos se sentaron al rededor de la fogata.