Jackpot

Lets get it starter.

[Minwoo's POV]
No era novedad. Mis amigos y yo nos estábamos saltando clases, ellos con la razón de siempre: el no querer ver a X profesor. Yo... Bueno, hay un chica nueva. He descubierto que cambia de clases entre horas. No sé si me explico... yo tengo dos horas de clases en un sitio y ella tiene una en un salón y luego en otro.
Me gusta mucho observarla... A veces creo que me he obsesionado con ella, pero tiene novio... Ahí va ella... es realmente hermosa... su cabello largo y la forma en que coloca siempre unos mechones detrás de su oreja me encanta, lo hace con elegancia y sonriendo de lado.
La falda del uniforme que usaba era la simple, nada de cuadros, solo una falda tablada negra que nunca estaba más de tres centímetros por encima de su rodilla. La camisa abrochada hasta arriba y la pequeña corbata siempre bien anudada.
No puedo dejar de mirarla hasta que desaparece en la entrada del siguiente edificio. Es en ese momento en el que uno de mis amigos opta por darme un golpe suave en la nuca.
-¿Por qué no le hablas de una vez? Pareces un maldito acosador por como la miras-dijo mientras se aseguraba que el trabajo de sus uñas no se hubiera arruinado.
-Metete en tus asuntos, Minki. No es como si yo te golpeara cada vez que te quedas mirando al profesor Kwak en historia.
Sus facciones se contorsionaron en una mueca de enojo y vergüenza, yendo de la mano con el sonrojo de sus mejillas y manera de mirarme. Sonreí de lado, satisfecho con mi respuesta y regresé la mirada al frente. Oí a los gemelos, Jo Youngmin y Jo Kwangmin, riendo y comenzando a molestar a Minki con eso.

Estuvimos gran parte de la jornada, a excepción de las últimas dos horas, haciendo novillos. Llegado el momento cada uno se fue a su aula respectiva, con la única razón de que allí estaría nuestro interés amoroso. A diferencia de mis amigos, yo tenía la suerte de compartir asiento con ella.
Al tomar mi asiento, pude sentir el tenue olor a frambuesas que emanaba de su cabello. Oh, Dios. Creo que no viviría sin mi dosis diaria de ese aroma.
Me mira, como siempre analiza mi ropa y por último mi cabello, hoy lo llevaba algo revuelto de forma desprolija y no con prolijidad cono suelo hacerlo, seguramente eso le llamó la atención. Le sonrió, me sonríe y hasta ahí llega nuestra comunicación, obviando las veces en las que finjo no tener cierto útil y le pido prestado a ella.
La asignatura era literatura, se me da bastante bien, puedo sobresalir teniendo puro diez, pero mantengo las expectativas bajas manteniendo mis notas en ocho.
Está de más decir que me pase la hora ayudando a mi Frambuesita, aún no sabe español, se tuvo que mudar hace poco desde Taiwán. ¡No me culpen por el apodo! Es que... tiene dibujos de frambuesas por todos sitios, en su cuaderno, portalápices, en su mochila tiene un parque pequeño de frambuesa, y apuesto que incluso su ropa interior tiene dibujos de.
Sé que dije que no hablo con ella, pero... de todo lo que hablamos es de la tarea y que significa tal palabra en español y como se dice... Ni siquiera cuenta como charla.
Toca el timbre de salida, me despido de ella y eso es todo por el día de hoy. Voy a mi casillero para tomar mis cosas, solo me queda esperar a los gemelos y de ahí irme con ellos a mi casa. Vivimos cerca y es lo mejor, cuando voy solo por la calle suelo meterme en sitios donde no debería. Extraño, ¿No? Uno de los chicos malos de la escuela cuidándose de los lugares de mala muerte, bueno... solo piso esos lugares los fines de semana siendo una persona distinta a la que soy de lunes a viernes.
*****
Estos días la he visto distinta... está apagada... Maldición, ¡Asesinaré al bastardo si llega a estar así por su culpa! Definitivamente hoy hablaré con ella. No soporto verla mal. No soporto ver que está herida y no poder hacer mucho o nada por curarla.
Esta vez no me salté las clases, mis amigos me molestaron por eso, pero era lo de menos, si podría verla en el pasillo, sería una oportunidad más de hablar.
Dicho y hecho. La vi en los pasillos mientras me cambiaba de salón y no perdí la oportunidad.
La acompañé hasta su curso, cargando sus libros y preguntándole cosas, hasta que me dijo lo que ocurría. "Me mudaré a España". Sentí mi corazón resquebrajarse en millones de trozos y mi voluntad irse al suelo. Casi no le prestaba atención cuando dijo "y por eso he roto con mi novio...". No debería alegrarme por eso, pero, ¡Joder! Que si él no quería una relación a larga distancia con tan maravillosa chica yo tomaría su lugar con todo gusto.
Realmente no me importa en que parte del mundo esté, yo no podría dejar de pensar en ella.
"Nayeon... Yo si te cuidaré" me dije mentalmente mientras corría a mi curso, había tomado un significativo desvío para poder hacerle compañía.
Estaba decidido a cambiar su vida para bien.
Más que nada porque era tiempo de olvidar mi pasado, pisarlo hasta reducirlo a un montículo de basura.
Junto a aquel que me lastimó tanto cuando le entregué todo de mi.