Capítulo 5

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Capítulo 5: Los Malfoy

Al haber finalizado su presentación las gemelas, se puso de pie un encapuchado bastante alto, que caminó elegantemente hacia la plataforma, mientras en la mesa de los visitantes todos los chicos se pusieron a golpear a uno de los encapuchados, diciéndole que se pusiera de pie también, este al darse cuenta camino de manera acelerada hacia la tarima, pero no por eso menos elegante que el otro chico, y se paró a su lado pasando un brazo sobre sus hombros de manera desenfadada.

Cuando estuvieron juntos se quitaron las capuchas al mismo tiempo, haciendo sonreír a todos en el gran comedor, eran un chico y una chica, ambos rubios platinados y con muy profundos ojos grises, ambos igual de altos y con el mismo porte aristocrático que siempre había representado a su familia.

- Buenas tardes.- Dijeron ambos a la vez y con voz profunda, como de ultratumba.- Somos los mellizos Malfoy, por lo que nuestro padre es Draco Malfoy.- Lo último fue dicho únicamente por el chico que ahora sonreía y tenía una agradable voz grave.

- Imposible, en mi familia hace siglos que solo se tiene un único heredero y varón además.- Replicó Draco enrojeciendo y pensando quién se habría casado con él.

- Típico de papá, le sorprende tener hijos y no saber al menos quién es nuestra madre, o si quiera como nos llamamos.- Se rió la chica haciéndole un puchero a su padre, que se enterneció.-Y sí que es posible, o sea al menos míranos, somos tus copias.- Se burló ahora, haciendo que todo el gran comedor estallara en carcajadas, hasta la madre de Draco tenía una sonrisa en su rostro.

- Bueno, comenzaré yo, mi nombre es Perseo Draco Malfoy.- dijo el chico y se escuchó que en la mesa de Gryffindor los Weasley murmuraban "¿Qué clase de nombre es Perseo?" o "Pobre chico" entre risas.- Tengo 18 años y estoy en la casa de Godric Gryffindor. Ante esto ya todo el comedor estalló en murmullos y Draco se puso tan pálido que parecía un fantasma, todos estaban impactados pero el chico no se inmutó, ya estaba acostumbrado a eso.- Si, soy el primer Malfoy en Gryffindor en siglos, pero como mi ti Sirius diría, las tradiciones están para romperlas, y nuestra generación se ha encargado de hacerlo muy al pie de la letra.- aclaró el chico haciendo que los oyentes lo miraran aún más interesados.- Juego quidditch como guardián.- Draco aún se encontraba en shock, por lo que su hijo pidió que lo despertaran para luego continuar, Blaise aprovechando la oportunidad de molestar a su amigo, decidió despertarlo tirándole un vaso de agua a la cara, haciendo que despertara sobresaltado.

- Eres un mago joder.- Exclamó furioso el rubio.- y contigo ya hablaré.- le dijo a su hijo que asintió con una mirada triste en su rostro.

- Mi turno.- dijo ahora la chica notando la expresión de su hermano.- Mi nombre es Altais Linx Malfoy, al ser la melliza de Percy tengo su misma edad.- dijo la chica haciendo sonreír a todos ya que tenía una mirada bromista en el rostro.- A diferencia de mi hermano yo soy de la casa de Salazar Slytherin.- Ante esto, todos los Slytherin aplaudieron siendo liderados por Draco que se veía radiante, cosa que no puso muy feliz a Percy.- soy capitana del equipo de quidditch y juego como buscadora.- Draco estaba cada vez más orgulloso de su hija y la miraba con una enorme sonrisa.- Ah y no diremos el nombre de nuestra madre aun.- dijo la rubia que tenía enloquecida a toda la sección masculina del gran comedor.

- No miren así a mi bebita, malditos babosos.- rumiaban Malfoy, a lo que sus amigos reían

- Bueno, eso es todo de nosotros.- Dijo el chico, que estaba bastante serio, aunque ninguno de los dos abandonó la tarima.

Cuando el chico dijo eso tres encapuchados más se pusieron de pie y caminaron con la misma elegancia de los anteriores hacia la plataforma, aunque esta vez sólo uno de ellos se quitó la capa, dejando así ver a otro chico idéntico al anterior solo que este tenía el cabello platinado pero completamente ondulado, y lo llevaba hasta los hombros, sus ojos al igual que los de sus hermanos eran del color de la plata.

Cambiemos nuestro futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora