Recuerdo aún mi primer día en el jardín de infantes, llegué muy emocionado tomado del brazo de mi hermano.
Llegando a la entrada, quitó mi mano de su brazo, y precedió a entrar, me quedé unos segundos mirándolo irse, y entré con esa sensación tan extraña en el estómago.
En la entrada de la escuela, había un niño que lloraba para que su mamá no lo dejara ahí, yo seguí caminando sin entender porque lloraba.
Cuando por fin di con mi salón, cambié mis zapatos, y dejé mi mochila en el pequeño locker que había.
En la entrada del salón, estaba de nuevo el niño de la entrada de la escuela, pero esta vez estaba tirado en el piso pataleando, y llorando porque quería a su mamá; recuerdo haberme reído al verlo, y ver la expresión de los demás.
Me levanté de mi silla, y me acerqué hacia él para ayudarlo a levantarse, y preguntarle porque lloraba.
—Hola, oye niño, ¿por qué lloras?. Todos te están viendo.
—Mí mamá me dejó aquí solito, y no me quiso llevar a casaObservé a mi alrededor, habían muchos niños, me sentía tan extraño, supe que me costaría un poco de trabajo adaptarme.
Las horas transcurrían, y comencé a intentar iniciar alguna conversación, pero cómo siempre, me terminaban callando.Era hora del almuerzo, por suerte mi hermano estaba ahí, pero, él sólo me esquivó y se fue con sus amigos, me quedé sentado en las jardineras mirando a los demás niños correr mientras daba pequeños bocados a mi sándwich.
Llegó el momento de irnos a casa, mientras buscaba a mi hermano afuera de la escuela. Mi mamá nos esperaba mientras sostenía una sonrisa, creo que en ese momento lo único bueno del día fue verla de nuevo, recuerdo que fui abrazarla, y me preguntaba cómo había estado mi día, no supe que decirle, así que sólo me encogi de hombros y sonreí.
Al otro día, no quise levantarme, ni entrar a mi salón, recuerdo que hice un berrinche, dije que me sentía mal, todo con tal de no estar ahí.
Seguía sintiéndome extraño, pero pude platicar un poco con mis compañeros y divertirme en la hora del almuerzo, y así pasaron dos semanas, hasta que mi pesadilla comenzaba.

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Ahogándome en mi silencio.
РазноеA veces la vida tiene muchas pruebas para nosotros, los cuales debemos aprender a superar, cada día.