Cuidando de ellos

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Estaba golpeando el saco en el gimnasio, eran las seis de la mañana y a estas horas casi nadie se paseaba por el lugar. la música golpeaba mis oídos y no me di cuenta que habia alguien ahí conmigo hasta que me sacaron los audífonos de un tirón.

me gire dándole una patada en un costado a quien sea que me habia quitado los audífonos tirándolo al suelo.

-que mierda? porque hiciste eso Gata?- me grito y lo mire mal

-me sacaste los audífonos idiota-

le tendí una mano a Josh y el la tomo con una mueca. me atrapo entre sus brazos y yo le correspondí, no era de la clase de personas que van por la vida abrazando a medio mundo, pero este chico era la única familia, junto con sus padres, que tenía y lo amaba.

-buena patada, por cierto- dijo riendo

se separó de mí y le di un suave golpe en el brazo.

-ya, a que viniste?-

me aleje de él y fui hasta la pared de la habitación de boxeo donde estaban mis cosas. tome la toalla y seque mi rostro y pecho. le di un trago a mi botella de agua y lo mire.

-Simón quiere verte-

-me estas jodiendo verdad?-

negó divertido, -no, tienes que estar en su oficina en una hora-

-eres el mejor!-

lo abrace fuerte por el cuello y el rio, con el impacto casi nos caíamos pero el logro dejar de tambalearse.

-lo sé- me alejo de él y me sonrió, -ahora vete a duchar, apestas-

volví a golpear su brazo y reímos. me despedí de Josh y tome mis cosas para ir a ducharme como me habia dicho.

treinta minutos despues ya estaba limpia y vestida con unos jeans negros pegados, unos tenis azules y una camiseta lisa y un poco holgada del mismo color. fui en mi carro, un chevy impala negro, y hasta el gran edificio donde estaba la oficina de Simón Cowell.

estaciones y entre al edificio. una mujer que se veía solo unos años más grande que yo estaba detrás del escritorio y me sonrió cuando me vio.

-buenos días- dije acercándome, -vengo a ver a Simón Cowell-

-Buenos días-

tecleo un par de cosas en su portátil y me miro, -nombre?-

-Georgia Devine-

la sorpresa apareció en sus ojos, su boca abriéndose ligeramente. le sonreí débilmente.

-t-tu eres algo de Josh Devine?- susurro

comenzó a reír, la mujer parecía no solo sorprendida, sino que tambien nerviosa y emocionada. y lo entendía, ese chico es guapo y toca la batería en una gran banda. no significa que no sea un idiota casi todo el tiempo, en el buen sentido. si es que hay uno.

-sí, su prima-

susurro un joder y luego sacudió la cabeza, tecleo algo en un telefono alámbrico que estaba en el escritorio.

-señor, la señorita Georgia Devine esta aquí para verle... por supuesto-

colgó y me miro, una gran sonrisa en su rostro.

-puede pasar, es en el último piso, la está esperando-

asentí y busque con la mirada el elevador, me acerque a él y el numero marcaba 12 y bajando, tardo tanto en llegar al 11 que me gire y fui a las escaleras junto a este y comencé a subir.

llegue unos minutos despues al último piso, mi frente tenía una muy fina capa de sudor, lo limpie con el dorso de mi mano y camine por el pasillo que tenía frente a mí por la derecha.

otra secretaria me sonrió desde su escritorio y le sonreí.

-usted debe ser Georgia Devine, nadie que no esté en condición llegaría en este tiempo y sin sudar hasta el último piso-

reí y asentí, -sí, vengo por el puesto de guarda espaldas-

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