Capítulo 11

117 15 0
                                    

Capítulo 11

_____ tenía una cara espantosa a la mañana siguiente, cuando Taekwoon la despertó a las siete para ir a trabajar. Consiguió abrir un ojo lo suficiente como para ver que él ya se había duchado y estaba vestido y bastante despierto, teniendo en cuenta lo tarde que se habían dormido. Debió de ser obvio que ella no estaba como para ir a trabajar, porque Taekwoon se limitó a darle un beso, taparla y decirle que se verían más tarde.

_____ volvió a dormirse y tuvo pesadillas. Soñó que era el día de la boda y que ella avanzaba por el pasillo del brazo de su padre. En vez de llevar un vestido blanco, llevaba el mismo vestido que se había puesto en las dos bodas anteriores de Taekwoon, con los tirantes rotos y manchado, pero lo había teñido de color carmesí, el mismo color que el coche de su hermana.

Los invitados estaban todos vestidos de blanco, y no parecían pensar que el vestido de _____ fuese algo anormal, todos sonreían y la saludaban con la cabeza. Los bancos estaban adornados con rosas rojas, lo que hacía que los invitados se viesen pálidos y etéreos.

Su mente le decía a _____ que todo era normal, pero había algo que no iba bien.

Taekwoon la estaba esperando en el altar, con el mismo traje que en su última boda. Sonreía, pero de manera poco natural, como si alguien le hubiese obligado a estar allí en contra de su voluntad. _____ continuó avanzando hacia él, diciéndose que todo iba a salir bien, pero en vez de estar cada vez más cerca de él, se iba alejando. El aroma de las rosas impregnaba el aire, pero no olía a flores, sino a metal, como a sangre. Y a ella le escocía la nariz y le dolía el estómago.

Algo no iba bien.

Empezó a caminar con más rapidez, intentando desesperadamente llegar al lado de Taekwoon, que estaba desapareciendo de su visión. Lo llamó, pero no parecía oírla.

Quiso correr, pero le pesaban las piernas, se sentía débil y tenía retortijones que hacían que se doblase. Sintió cómo la niebla la envolvía. Intentó avanzar a través de ella, sintió que le llenaba los pulmones, que hacía que le costase respirar. No podía ver, ni respirar, y no oía nada más que su propio corazón, que latía frenéticamente.

Volvió a llamar a Taekwoon en vano. Todo el mundo había desaparecido, Taekwoon, su padre, y los sonrientes invitados. Estaba ella sola y tenía la impresión de que se había convertido en la número tres. Taekwoon la había abandonado en el altar, como a las demás.

Sintió que alguien la agarraba con firmeza por el hombro y la llamaba por su nombre.

-Eh, ¿estás bien? -Faith estaba al lado de la cama y la miraba preocupada.

-He tenido una pesadilla -respondió ella con voz débil.

-Estabas llamando a Taekwoon. Ya se ha ido al trabajo -le tocó la frente-. Estás sudando.

Faith tenía razón. La sábana se le pegaba a la piel y tenía el pelo húmedo. Sentía frío y calor al mismo tiempo y todo le daba vueltas.

_____ parpadeó varias veces y luchó por despertarse del todo, pero no pudo evitar la sensación de que estaba entre el sueño y la consciencia. Tardó un minuto en darse cuenta de que seguía sintiendo los mismos retortijones que en la pesadilla.

No era real, se dijo. Estaba bien. Pero el dolor era muy real y demasiado intenso. Sintió miedo y le dio un vuelco el corazón. Faith la miraba cada vez más preocupada.

– ¿_____, qué ocurre? Estás pálida.

Todo iba bien. El niño estaba bien, se dijo _____, pero tenía las puntas de los dedos entumecidas por el miedo. No podía respirar bien.

✫Secretos de una secretaria (Leo y tu)✫ (Adapt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora