Te esperare.

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Mis ladrimas no me permitian ver nada, el sonido que hizo la pistola al disparar resonaba todavia en mi cabeza y mi corazon dolia como si me hubieran disparado a mi misma.
Escuchaba a Titus hablar a mi lado pero yo tenia la mirada fija en mis manos, las cuales estaban taponando la herida de bala que tenia en su estomago, no podia hacer nada, estaba perdiendo muchisima sangre y yo no podia hacer nada, absolutamente nada y me estaba matando por dentro.
Clarke mirame...- escuche que me hablaban pero no podia apartar mi mirada - cariño porfavor - volvi a escuchar pero mis musculos se negaban a moverse.
Clarke vuelve, no tenemos mucho tiempo - hablo con cuidado Murphy aprentando mi hombro, porfin pude apartar mi mirada, fijandola en unos ojos verdes, un verde bosque que mostraban todos los sentimientos de su dueña, donde yo ahora podia ver amor y lo que tambien se podia ver en mi ojos.
Titus y Murphy se apartaron dejandonos unos minutos a solas, todos sabiamos como iba a terminar esto y yo no sabia si iba a poder soportar tener una vida sin ella a mi lado.
Agache mi cabeza, pegando mi frente con la suya, poniendo mi mano en su cuello, acariciandolo delicadamente para que se relajase.
Notaba el aliento erratico contra mis labios, mis labios tamblaban por culpa de mis sollozos, una mano acaricio delicadamente mi mejilla - no llores - susurro Lexa en un tono apenas audible, rozando mis labios con los suyos.
No hables Lex, no te canses cariño - deje un delicado beso en sus labios - te quiero - susurre ahora sin poder controlar mis sollozos, besando de nuevo sus labios, muriendome por dentro sabiendo que sera la ultima vez que los besare.
Te esperare amor - susurro la comandante con su ultimo aliento, note su mano ya sin fuerza caer de mi mejilla, perdiendo su calor, un calor que iba a echar de menos el resto de mi vida.

La vida siguio y yo intente seguir con ella, si despedirme de Lexa la primera vez habia sido lo peor que hice y que hare en mi vida, la segunda vez, en la Ciudad de la Luz cuando la habia vuelto a perder, la habia vuelto a perder porque ella dio su vida por mi, por su pueblo, por nuestro pueblo, fue peor.
No se como lo hicimos, pero conseguimos que la paz se extendiese por todos los clanes, clanes que Lexa, la Comandante habia formado y unido, esta paz llego en su nombre.
Mi madre y mis amigos me ayudaron a salir de ese agujero que yo misma habia acabado, cada noche habia llorado y cada dia habia andado como un zombi, sin vida, porque era asi, mi vida se habia ido con esa morena de ojos verdes que dio todo por mi.
Habia conocido a otras personas, pero ninguna traspaso el muro que consiguio traspasar Lex.
Mi vida acabo un dia soleado, no era muy mayor, pero para mi todos esos años habian sobrado, habian estado practicamente vacios, me sente en el tronco de un arbol, mirano la profundidad y el verde del bosque, una brisa movio mi pelo y me acaricio la cara con un tacto conocido, un escalofrio me recorrio la espalda, deje mi cabeza caer hacia atras apoyandola en el arbol y cerre los ojos.

Andaba a paso ligero pero tranquila, eran las nueve y media y mi turno en el hospital no emepezaba hasta las diez y media, tardaba en llegar desde casa unos cinco minutos, pero me gustaba pasear, comprame un cafe en una bonita cafeteria y sentarme en un banco a tomarmelo, cuando hacia buen tiempo claro, cuando hacia frio iba en coche casi todos los dias, aunque estabamos en marzo y el sol ya permitia andar tranquilmente por la calle.
Fui a entrar a la cafeteria cuando me choque con alguien - perdona - dige levantando la vista encontrandome con la sonrisa de una preciosa chica morena - perdoname a mi no miraba por donde iba, adios - se despidio con una preciosa sonrisa y salio andando perdiendose entre la gente de la calle.
Mi dia transcurrio como siempre, a mis 29 años mi vida no era lo mas emocionante que se podia tener, pero mi autentica aventura llegaba al entrar a casa, eran las cuatro de la tarde y como siempre yo llegaba a casa y me disponia a abrir puerta, no habia abierto y ya escuchaba unos pasos agitados acercarse a la puerta a toda velocidad, termine de abrir encontrando un pequeño cuerpecito corriendo hacia mi - mamiiii - una pequeña morena de melena por los hombros salto a mis brazos, agarrandose como un monito - hola cariño, que tal con los abuelos? - la baje al suelo y la cogi de la manita para acercarnos al salon donde estaban mis padre, Jake y Abby Griffin, sentados en el sofa - hola cariño, bueno creo que nosotros nos vamos ya - saludo mi padre poniendose de pie, seguido de mi madre.
Te he dejado comida en la nevera y este pequeño bichito a querido esperarte para comer un trozo de pastel - me conto mi madre haciendo cosquillas a mi hija.
Gracias por cuidarla - agradeci dandolos un beso a ambos, mi hija Kara salto a sus brazos para despedirse de sus abuelos.
Mi hija Kara, cuyo nombre significa; amada, querida, algo perfecto para ella, era un sentimiento que yo siempre sentire por ella, era un niña nerviosa, valiente y cariñosa, era de tez morena conjuntado con su pelo castaño, unos preciosos ojos verdes y una carita redondeada, ahora mismo la tenia en mis brazos sonriendome, con el hueco que habia dejado uno de sus paleros al caerse, dandole aun mas si se podia una cara que te daban ganas de comertela.
Siempre que venia de trabajar era lo mismo, yo trabaja un dia si y dos no por lo tanto tenia mucho tiempo para dedicarle a mi pequeña, la rutina no habia varido desde que tenia un año hasta ahora que ya tenia cinco años, llegaba de casa y mis padres se marchaban, yo cogia a Kara en mis brazos y se pegaba a mi, metiendo su cabecita en el hueco entre mi hombro y mi cuello, la llevava a mi habitacion y la sentaba en mi cama mientras yo me cambiaba, ella me miraba y reia cuando yo la hacia alguna tonteria o cosquillas, despues la volvia a coger y nos ibamos al salon a ver la pelicula que ella quisiese, a los cinco minutos ya se habia quedado sopa en mis brazos con esos morritos rellenitos que yo tanto adoraba y la boca entreabierta, la acostaba en el sofa bien arropadita y me ponia ha hacer las tareas que ese dia tocasen, la mayoria de las noches nos duchabamos o nos bañabamos juntas, Kara adoraba jugar con su mami y con el agua y yo no podia decirle que no a nada.
Despues la acostaba en su cama, aunque una noche o dos a la semana mi pequeña se despertaba a mitad de la noche y venia a mi habitacion con la carita inchada de dormir pidiendo los brazos de su mami y quedandose otra vez dormida nada mas notar el calor de mi cuerpo rodeandola.
Kara era adoptada, un dia estaba de guardia en urgencias cuando llego un bebe de cinco meses, sus padres habian fallecido en el acto en un accidente de trafico y la vida del bebe peligraba.
Al final con mucho trabajo la habiamos sacado adelante, no pude evitarlo y cuando mire sus ojitos verdes me enamore de ella, iniciando en ese momento el papeleo para su adopcion y pasando a ser mi hija legal cuando tenia seis meses, el unico recuerdo de ese accidente es una pequeña marquita blanca que quedo en sus costillas derecha.
Era mi hija y aunque yo no la hubiese dado a luz eso era asi, la amaba con todo mi corazon.
Y viendola ahora, domida entre mis brazos, con una manita apollada en mi mejilla sabia que esta pequeña bichito habia sido enviada para mi y que yo habia estado esperandola 24 años.

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⏰ Last updated: Jan 18, 2017 ⏰

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CLEXA - Esperame - OneshotWhere stories live. Discover now