1ero de Diciembre del 2014

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Te vi después de muchos años, no has cambiado nada, sigues igual de lindo y con la misma actitud de autosuficiencia que el día en el que te conocí.

Entraste con aire de superioridad y esa sonrisa de costado tan característica que siempre me ha desarmado. Saludaste a cada uno de los presentes y mientras que te veía realizar tu recorrido, no pude evitar sentir temblar mis piernas, ansiosa por mi turno y nerviosa por hacer el ridículo frente a ti.

Te sentaste a mi lado y a pesar de que pensé que no te acordarías de mí, me sorprendiste con la guardia baja llamándome por mi apodo.

"Dani."

Tu voz ligeramente áspera y profunda, hizo sonar de mi nombre un sueño.

¡Qué va! Sentí cómo mis mejillas ardieron y tuve que evitar mirarte para no delatarme.

Y así fue como todo empezó. Sin hacerse esperar, de manera tan lenta y tortuosa como lo es bajar de peso pero al mismo tiempo tan rápido como el piquete de una abeja.

Charlamos bastante, me hiciste reír varias veces y yo a ti. Fueron de esas risas genuinas que te achinan los ojos y te salen pequeñas arrugas en las comisuras de los ojos.

Me sentí la chica más afortunada de la noche por que ahí estaba yo, charlando con el chico que me había arrancado suspiros en mi adolescencia, aquel (o al menos uno de los tantos) con el que soñaba que me hable en los recesos de la escuela.

Pasó la noche entre risas, sonrisas y toques tan delicados como la seda.

Le ganaste a mi timidez y lograste que me desenvuelva con naturalidad, me diste la confianza y seguridad suficiente como para sentirme cómoda contigo a mi alrededor.

No hablé mucho, lo sé, nunca lo hago con personas que no conozco lo suficiente. Pero con tu curiosidad insaciable, me obligaste a entablar conversación.

Las horas pasaban, pero nosotros seguíamos ahí, ensimismados el uno en el otro.

Pero todo lo que parece sacado de libro, tiene un final. Y lo nuestro no era una excepción a la regla.

Nos despedimos, y yo no podía evitar preguntarme cuándo será la próxima vez que nuestros caminos se crucen.

Si desde la última vez, tuvieron que pasar dos años, por qué esta vez tendría que ser diferente?

Pero debo de admitir que me emocioné de tal manera que no pude evitar hablarle de ti a mis mejores amigas, contarles todo sobre ti y cuanto me gustas.

Tal vez no sea amor, pero atracción es lo que sobra. Cuando estoy contigo mi mirada no puede evitar buscarte sin cesar, esperanzada de encontrarte mirándome.

Puede que peque de tonta o ilusa ya que probablemente nunca pase nada entre nosotros, pero una chica no puede evitar soñar. Es algo inevitable incluso es un acto completamente automático, tal como el hecho de pestañear.

Pero algo que no puedo negar, es que el esperar tener un futuro contigo, es algo que me hace suspirar una vez más.



Hola a todos! Primero que nada mil gracias por darte el tiempo y leerme💜

Les presento a mi nuevo hijo✨ del cual estoy bastante orgullosa y pues bueno... dame un poco de tu amor dando like y comentando!

Les mando las mejores vibras del universo☄️ Mafer.

Letras a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora