Hoy he jubilado mis vans.
Me siento mal, así que no las he tirado, están en su caja en mi estantería.
Sé que me las volveré a poner, mínimo una vez.
Me han acompañando en grandes momentos de mi vida, se hacen querer.
En realidad no están tan rotas.
Si las lavo, le pongo plantillas nuevas y le quito el esmalte a la derecha, no están tan mal.
En realidad antes eran negras, ahora son marrones, perdieron el color wey, pero son preciosas igual.
Hoy he sacado las vans de la caja y me las ha puesto.
Si mañana tengo dinero compraré las plantillas.