Epílogo.

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Las cuatro chicas se encontraban frente a las tumbas de los que alguna vez fueron sus enemigos, ellas eran muy pequeñas cuando ocurrió el suceso pero actualmente estas tienen diecisiete, dieciséis, y quince años.

-El abuelo Splinter a dicho que te trajera esto -señalo una rebanada de pastel -hoy es tu cumpleaños -declaro hacía la tumba de Oroku -aunque yo creo que ya lo sabes

-No sé que hacemos aquí -comento -el era su enemigo, los hizo sufrir muchos años, no deberíamos ni siquiera tener la tumba en nuestro territorio

-no digas eso, Rachel, el abuelo a dicho que no le tengamos rencor a nadie, tal vez fue malo porque nadie lo comprendió

-Siempre has dicho lo mismo Miriam -bufo

-Y siempre lo diré, él solo quería ser amado -agacho su cabeza -por eso es mi tío abuelo favorito

-Es el único que tenemos -indico Denisse

-Lo sé, D, pero si siguiera vivo el nos hubiera amado, te lo aseguro

-Bueno, bueno, ya es hora de ir a la escuela -comento Lara -nos vemos Saki -camino hacía la casa

-Seh... Adiós Oroku -Rachel la siguió

-Vamos, Miriam -dijo Denisse para luego seguir a sus primas

-Yo se que no eras malo -tomo su bolso -solo no te comprendieron, pero si estás en el cielo o allá abajo quiero que sepas que te quiero mucho -saco un pequeño Destructor hecho peluche, se levantó y coloco un perrito en la tumba de Chris y un pecesito en la de Xever.

Se levantó y camino a su hogar con una gran sonrisa. Hablar con su tío abuelo favorito era uno de sus pasatiempos preferidos, eso y cuidar a la viejita Ice cream Kitty; un gatito tricolor. Llegó a esta y sus primas ya se encontraban arreglando su uniforme.

Lara usaba una blusa blanca (abierta del primer botón) y su falda azul fuerte a la cintura, arriba de la blusa traía el característico suéter negro perteneciente de ella, se arregló su cabello para luego colocarse su arte en forma de sai y su collar de una tortuga hecha con safiro. Se delineó los ojos y colocó un poco de brillo en sus labios.

Dennis preparaba su mochila, colocando una cantidad considerable de libros para luego mirar satisfecha lo que había realizado con las manos en la cintura, se rasco la coronilla para percatarse de que aún no se había peinado por lo que corrió al baño para hacerse un chongo y colocarse sus gafas, se puso el chaleco de la escuela posterior a ello se puso un arete en forma de nunchaku y su collar de tortuga hecha con amatista.

En eso Miriam llegó para ingresar a la cocina donde se encontraba su tío favorito.

-¡Tío! -corrió a abrazarlo -¿Cómo dormiste? -se dió cuenta de que preparaba un vaso con leche -¡Yo venía a eso! -reprocho la menor. Por lo que él soltó una sonrisa.

-Mike, puedo pararme a hacer mi vaso, sólo estoy enfermo de la gripe.

-pero la cosa es que te cures rápido -lo miro con molestia -anda, vete a acostar te llevo el desayuno. -lo corrió con la taza en las manos.

-recuerda que... -comenzó a decir.

-si, café para papá, té de manzanilla para mamá, te verde para el tío Leo, té de hierbas para sensei, jugo de naranja para el tío Raph, vaso de agua para la tía Karai, jugo de piña para la tía Lisa, y el desayuno para todos por igual a excepción de tí -le sonrió.

-solo iba a decir que...

-si, el lunch para mis primas, Lara te verde y un sándwich, Den una manzana y agua además de un sándwich de atún, Rachel una naranja y su sándwich. -sonrío -y acabando el instituto ir al supermercado.

¡DIGANME, ¿DE QUIEN SOY HIJA?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora