Hace meses Makoto no veía a Haruka Nanase, su mejor amigo de la infancia.
Después de la ceremonia de graduación de secundaria los chicos tomaron diferentes caminos, pero a diferencia de Haru, los demás aún se seguían comunicando o tratando de quedar para alguna salida. Makoto sabía que Haru era un chico que no usaba demasiado el celular y por ello no podía comunicarse del todo con él, aunque todos los días le mandaba un “buenos días” o un “¿Cómo estás?” pero Makoto nunca recibía una respuesta ni siquiera tenía la seguridad de que Haru hubiese leído aquellos mensajes.
Un día los chicos se pusieron de acuerdo para ir a casa de Haru y platicar un buen y largo rato de cómo les ha estado yendo en la preparatoria. Makoto estaba muy feliz por aquello ya que creía que a sus amigos les importaba muy poco reunirse o que ya habían encontrado otros amigos para pasar el tiempo. Se reunieron cerca de un parque, Makoto al verlos sonrió con calidez como era su costumbre, pero sus ojos demostraban la alegría que sentía en aquel momento de poder verles de nuevo juntos, aunque aún les faltase Haru.
Makoto llevaba meses pensando en Haru, desde el simple hecho de saber si había comido ya, o si había salido. Pero algo dentro de él le estaba molestando en realidad y es que en lo más profundo de su mente tenía miedo de que Haru conociera una linda chica que lo hiciera sentir ciertos tipos de sentimientos o quizás un chico. Mientras iban caminando hacia la casa de Haru él se mantuvo en completo silencio pensando en lo que le emocionaba más de ese pequeño viaje a la casa de Haru, si era el hecho de que se volverían a reunir todos otra vez como en aquellos tiempos de secundaria o era el hecho de que vería de nuevo a Haru después de tanto tiempo. Sin darse cuenta por estar sumido en sus pensamientos ya habían llegado a la casa de Haru.
- ¡Haru!¡Haru!
Gritaba emocionado Nagisa mientras habría el portón de la casa para poder entrar y tocar la puerta, los demás solo rieron y siguieron sus pasos. Pero Haru no habría o no se notaba alguna señal de movimiento dentro de la casa.
- ¿Deberíamos marcarle no les parece?
Comento Rin mientras sacaba el celular
- Haru no te va contestar... Nunca contesta
Dijo un desanimado Nagisa al ver que Haru no abría y al no escuchar algún ruido dentro de la casa había decidido que lo mejor sería irse y regresar otro día, pero Makoto se acercó a la puerta y giro la manija que para sorpresa de todos no tenía seguro, Nagisa ladeo el rostro y arrugo el entrecejo para echar una mirada hacia los demás que también tenían esa curiosidad en sus rostros y sin más decidieron entrar a la casa.
Los chicos entraron y vieron una casa calmada, no había algún ruido y no se veía alguna señal de Haru.
- ¿Esto no se ve un poco tenebroso?
Preguntó Makoto al echar un pequeño vistazo a la sala que estaba desordenada y algo sombría al no haber alguna luz encendida y que apenas lograban entrar los rayos del sol debido a que todas las cortinas de las ventanas estaban cerradas.
- ¡Haru estamos aquí!
Aquel grito de Nagisa hizo sobresaltar un poco a Makoto
- ¡Na..Nagisa!
Dijo Makoto algo nervioso al voltear a verle, Rin solo movió la cabeza echando un leve suspiro y Rei quien no había dicho nada desde que habían llegado rio levemente mientras con paso lento y sigiloso se acercaba a Makoto por detrás para darle un ligero empujo seguido de un “Buu”. Makoto dio un salto y cayo de rodillas haciendo un ligero puchero por el susto mientras Nagisa reía levemente por la cara que había puesto Makoto.
- ¡Hey! Ya basta chicos... sigamos buscando en las habitaciones a ver si esta Haru
- Apoyo a Rin
