Cap 2

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Recuerdos... Y algo más.

Pasaron los días y Thomas siempre iba al mismo lugar donde había conocido a aquel joven de tez pálida, pero perdía la esperanza de volver a verlo, pues el otro no había aparecido en semanas.

Cuando Thomas estaba dispuesto a irse y no volver más...Apareció Nahuel de entre los árboles los cuales tenían  ramas grandes y fuertes, se acercó a Thomas
-siento haberte hecho esperar- hizo una reverencia en señal de disculpa.
-N-no pasa nada...Nahuel...¿Cierto?- respondió Thomas volviéndose a sentar en aquella banca donde solo llegaba la luz de la luna.
- Si.- se sentó a lado de Thomas y como la vez que se conocieron...Quedaron en completo silencio no era un silencio incómodo, ellos sentían que se conocían de hace mucho tiempo.

Thomas miraba el cielo estrellado mientras que Nahuel miraba a thomas con una pequeña sonrisa en su rostro.

Sin embargo... Nahuel sabia quien era el chico con el que estaba...Era nada más y nada menos que...Un ángel caído ¿por que lo sabía? Por que el estaba enamorado de ese ángel caído, siempre lo observaba y lo perseguía a todo lados, una noche...Como esa...La luna tan brillante y el cielo estrellado, un joven ángel se le declaraba a un ángel caído.

-M-me gustas...T-homas- Nahuel en aquel entonces era solo un chico de 16 años, más puro...
-...Que has dicho?- dijo el chico de cabellos azabaches con rojizo, ojos negros tan profundos y fríos, tez no tan pálida como la del otro ángel y un par de alas tan negras como la noche.

-L-l-lo que oíste - se cubrió el rostro intentando cubrir su sonrojo que era bastante notorio. Nahuel observo al angel caído esperando su respuesta, vio el movimiento de sus labios y todo se tornó oscuro.

"es todo lo que recuerdo...Me pregunto si el se acordará de algo?" Eso era lo que Nahuel pensaba mientras  veía a Thomas
- se te apetece ir por un café? Hace frío esta noche...- Nahuel espero la respuesta del azabache.

-Si...Está bien- le contesto  aún con la mirada fija en el cielo, después de unos segundo se levantó de la banca
- ¿vamos?- comenzó a caminar por el lado contrario del que siempre aparecía Nahuel.

- aa...Si.- se levantó y comenzó a caminar a lado de Thomas, caminaban en silencio...Nahuel tenía muchas preguntas y no se iba a quedar callado viendo como el amor de su vida no recordaba aquellos días de felicidad..Quería saber el "por que" ¿por que no recordaba mucho?,
¿por que se sentía atraído por ese azabache?, Entre otras muchas de sus preguntas.

-Thomas...Que edad tienes?- y así...Comenzó sus preguntas a ese azabache, el sabía que si preguntaba más...El tal vez recordaría algo.

-21 y tu?- "vaya...A si que han pasado 4 años." -tengo 20 que sorpresa no? - sonrió Nahuel .
-Si...supongo- Nahuel hizo un puchero, pues el azabache era frío con sus respuestas...Más bien, cortante.

- y...¿de donde eres? Ya vivías  aquí...O...¿Vienes de otro lugar? Nahuel observaba cada detalle del rostro del azabache.

- no recuerdo...Tal vez vengo de otro lugar- dicho esto Thomas observo el cielo - y tu...¿De donde eres?-
- solo se que el lugar de donde vengo...No es este lugar, yo tampoco recuerdo de donde vengo, pero...No nada, olvídalo- el azabache no dijo nada y siguieron caminando.

A lo lejos se miraba un local. Los Chicos  entraron y buscaron una mesa.

Se acercó a ellos una chica de cabello largo, ojos verdes y tez blanca.
- les tomo su orden chicos- sonrió y le coqueteo a Thomas, Nahuel solo la miraba con total repugnancia.

-Si, yo quiero un batido de fresas y...Una rebanada de pastel de fresas y solo, gracias -dijo Nahuel rápidamente para que quitara la vista de SU azabache, Thomas no le ponía atención a la chica que se le ofrecía cínicamente.

-Yo quiero un café sin azúcar y una rebanada de pastel de chocolate, gracias- dijo Thomas, la chica termino de escribir en su libretita y se fue por los pedidos.

-am...Esa chica te estaba coqueteando...Sabes- dijo Nahuel con algo de enojo.
-Lo se...Pero no me interesa en lo absoluto- respondió Thomas sin ninguna expresión en su rostro, solo miraba a Nahuel y eso ponía nervioso al menor.

Al paso de unos minutos, llego la chica con sus pedidos y en una servilleta estaba su número telefónico el cual se lo dió a Thomas.
-Toma... Si necesitas con quién hablar, estoy yo, mi nombres es Nathalie- dicho esto la chica pelirroja se fue de ahí y dejo a los dos chicos, uno muy enojado por la acción de la chica resbalosa y otro con una expresión seria.

"ja! Si claro! Con quién hablar"
Pensaba el de tez pálida con unas ganas de ir a por la chica y sacarle los ojos, pero no haría tal escándalo.

-Deberías de tener en cuenta su oferta...No lo crees?- dijo Nahuel tomando de su batido con la vista gacha.

-Por que debería de tener en cuenta su "Oferta" si no es nada mas que una cualquiera que al ver un chico "Atractivo" va y se le ofrece como una vil...Zorra- dijo Thomas con el ceño fruncido, Nahuel solo lo observo por oír ese comentario...Estaba feliz por pensar así de esa tal Nathalie...Pero se sentía mal por ser un egoísta, Thomas no era de nadie...Y mucho menos de él.

Amor prohibido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora