Six Trillon Years And One Nigth Story

Un Cuento De Hadas Desconocido.

Hace mucho tiempo, en un lugar muy muy lejano. . .

Un día como cualquier otro, una madre dió a luz a su primogénito, el niño, además de ser albino como sus padres, nació con una característica bastante peculiar. . .

-felicidades!! adelante, puede sostenerlo.

-mi niño. . . crecerás para convertirte en un gran hombre, igual de fuerte y esperemos que mas inteligente que tu padre.

Decía la madre con sus energías restantes, mientras observaba orgullosa aquél milagro, sobando la cabeza del bebé y limpiándolo con cuidado.

Entretanto, la madre no notó al principio los brillantes ojos carmesí en su hijo, fue luego de unos minutos cuándo se dio cuenta de aquél echo preocupante, nadie mas podía ver esos ojos, o estarían en graves problemas.

-esta bien ahora permitame, vamos a limpiarlo. . .

Dijo la partera interrumpiendo el momento, para llevarse al niño.

-no, no puede, es mi hijo. . .

Se negó la madre, quién sabia que de cualquiera notar aquéllos ojos, seria el fin

-no se preocupe no le haremos nada malo. . .

insistió la partera, arrebatándo al niño de su madre debido a que esta ya no contaba con fuerza suficiente después de el parto.

-OH DIOS MIO!!

En cuanto vió al niño a la cara, la partera automáticamente reaccionó tirando al bebé al piso con una expresión de terror, corriendo para avisar sobre la situación al pueblo, mientras que la madre ya sin energías no pudo hacer mas que llorar.
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Al cabo de apenas unos minutos, y sin aviso alguno, la casa dónde fue concebido el niño, y la madre aún se encontraba, comenzó a arder en llamas que parecían salidas del mísmo infierno, llamas que eventualmente consumieron todo a su paso incluida la madre que ya había sido juzgada como una bruja por todo quién escuchara la historia, y sentenciada a morir quemada por el pueblo, sin embargo, ahí, entre los escombros de lo que solía ser un hogar, a un par de metros del cuerpo ya calcinado y sin vida de su madre, se encontraba un niño, llorando sí, pero sin ningún rasguño. . .
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-VAMOS!! MUEVETE!!

Mientras guardias armados lo maltrataban para sacarlo de la celda a la que se le había confinado sin nada más que un pequeño acceso a la luz del sol, se podía ver una cara totalmente inexpresiva en aquel niño, que al pasar de los años, había seguido la mísma macabra rutina.

-cuando se van a detener??

Aquél niño conocía perfectamente la rutina que siguió desde su nacimiento, sabía ecxactamente a donde lo llevaban.

-CALLATE, LOS DEMONIOS NO PUEDEN HABLAR !!

Gritó uno de los guardias, dandole un golpe en el rostro al niño para despues encajarle una daga en la muñeca, cosa que al niño ya no le causaba preocupacion, solo dolor, el niño tambien sabia de su maldicion, aquello por lo que fue considerado como un mounstruo.

No tardaron mucho en llegar a la sala donde el niño habia sido torturado por estos años, con esas personas que el sabia que le harian daño. . .como siempre. . .como todos los Humanos. . .

-esta bien quiero probar algo nuevo. . .

Dijo el sujeto, tomando del brazo al niño para poner su mano en una especie de trampa electrica.

El niño, nisqiuiera opuso resistencia, puede que no conociera muchas cosas, pero sabia que era inutil, se habia conformado con esa rutina dia tras dia, y sabia ecxactamente que pasaria, solo estaba cooperando para poder volver a su celda, a estar solo lo antes posible.