"Everything has changed"

Capitulo 3

PEQUEÑA MARATÓN 1/2

Capitulo tres:

Eran las ocho treinta y seis y ya habían comenzado a beber.

...

-Hey – dijo Chris llamando la atención de Justin y Ryan – miren allá.

Los chicos voltearon cuidadosos para poder mirar a las dos morenas y una rubia que estaban a un par de puestos de ellos.

-Pero que mujeres – Dijo Ryan.

Justin solo rió.

-Comenzamos bien la noche – añadió este.

Los chicos sonrieron.

-Y bien, ¿Qué haremos?

-¿Con qué?

Chris hizo una seña con la cabeza indicando a las chicas que estaban cerca.

-Dejemos que el conquistador profesional lo haga – Comento Ryan.

Justin sonrió al notar que se referían a él.

-Bien, bien… si ustedes lo piden – rió.

-Espero que lo logres.

-Claro que lo lograre… ¿Cuándo he fallado?

Sonrieron todos juntos.

Justin se levanto de la mesa.

-¡Karen! – Dijo llamando la atención de la mesera, que por cierto, era amiga de los chicos – Necesito que me des una libreta para hacer los pedidos a las mesas.

-¿Para qué?

-Por favor es para algo importante – le indico disimuladamente a las chicas – Te la devolveré.

-Justin – alargo - ¿Cuándo dejaras de coquetear a todas las chicas que veas?

-Vamos… no me tardare más de cinco minutos.

-Está bien.

Le entrego una libreta junto con un lápiz.

-Gracias eres la mejor – sonrió.

Tomo todo en sus manos. Paso cerca de la mesa donde estaban los chicos.

-Observen y aprendan – dijo.

Camino hasta la mesa de las chicas.

-Buenas noches hermosas damas… ¿Qué van a querer? – Sonrió coqueto.

Esa era uno de sus fuertes, su sonrisa… su gran y reluciente sonrisa.

Luego venia su mirada, una mirada que lograba derretir a cualquier mujer que lo observara directo a esos ojos color miel.

Además de que es bastante guapo.

-Somos nuevas aquí – sonrió la rubia – es la primera vez que venimos a este pub, y no sabemos qué clase de tragos dan en este lugar – volvió a sonreír, pero esta vez coqueta.

-Son unos tragos excelentes – sonrió – como ustedes – guiño el ojo.

Las chicas rieron nerviosas por las palabras dichas.

Las estaba coqueteando y ellas estaban cayendo en el juego.

-Te creo – comento una de las morenas – basta con mirarte para saber que son excelentes los de aquí – sonrió.

Justin rió nervioso. Las chicas ya habían caído en el juego.

-Y bien… ¿Qué les traigo?

-Tráenos tres de los mejor que tengas.