extra único.

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cierre.

Necesitó de una segunda cita y varios desvelos para darse cuenta de que los sentimientos por V no habían desaparecido a pesar de los años.

Conversar con él era sencillo y ágil. La ternura que Tae poseía era la misma que desprendió alguna vez en sus cartas de la secundaria. O al menos eso le daba a entender en sus largas charlas durante la madrugada. La única forma de contacto con la que contaban.

Lo cierto era que luego de una breve cena y un rápido intercambio de teléfonos Taehyung y Jungkook solo se habían visto una vez más antes de que el castaño regresara a Daegu por una importante sesión de fotos y Jungkook empezara la firma de un nuevo e importante bufete.

Casi dos meses después habían vuelto a encontrarse por mera coincidencia.

Jungkook se estaba tomando unos días en Busan junto a sus padres cuando el manager de Taehyung decidió hacer una sesión entera aprovechando las mejores playas de Seúl. Durante la última noches de estadía del castaño, lo vio a él sentado solo, en la arena y frente el mar, disfrutando del atardecer y con la brisa marina revoloteando su negro cabello que a pesar de todo seguía viéndose oscuro y brillante.

—Hermoso. Mierda —maldijo al darse cuenta que no llevaba su cámara consigo. La había dejado en el hotel junto a su móvil.

El viejo Taehyung nunca se hubiera acercado pues le faltaba valor, el viejo Taehyung se hubiera quedado allí, estático, y se limitaría a tan solo observarle, apreciarle en silencio y a la distancia, como la pieza de arte más alucinante que él jamás había visto. Como aquello que él consideraba lo más puro, valiente, hermoso e inteligente. Como aquello que significó y sigue significando Jungkook para Taehyung. Como el chico al que ama en secreto. Como su más grande y maravilloso pecado. Como su más hermosa pesadilla. Como Jeon Jeongguk.

Sin embargo ahora era el nuevo Tae. El que toma riesgo y dejó de ser aquel miedoso. El que supo enfrentar los golpes, los gritos, las burlas y el total rechazo de su familia. El que cada día se enamora un poquito más de sí mismo.

Y el que había decidido no perder al amor de su vida. No de nuevo.

—¿Cuántas probabilidades existen de que tú y yo nos encontremos justo ahora? —Jungkook miró de reojo y con una sonrisa a la persona que imprudente y torpemente se había sentado a un lado —muy cerca— de él.

—Una en un millón —respondió—. Sin embargo... me siento afortunado el día de hoy.

—Lo mismo creo yo —rió Taehyung de una forma tan tierna que sus oídos habían podido deleitarse por completo.

Él era maravilloso.

Ambos charlaron durante horas, y comprobó que, como en sus conversaciones por chat, Taehyung era completa y absolutamente transparente. Aquella noche él le contó sobre sus sueños, sus inspiraciones y todo sobre cómo su vida había cambiado totalmente después de que el manager de Jimin lo contactara. Y Jungkook también le contó varios aspectos sobre su vida, sobre su trabajo y varias cosas de su familia. Todo era normal hasta que tocaron un tema sensible para ambos: la secundaria.

—Recuerdo que solía llorar horas, muchísimas. Declararme gay fue más duro de lo que imaginé que sería... sufrí mucho hasta que un día en mi casillero alguien colocó una imagen mía. ¿Sabes? Pero lo mejor no era eso, sino los mensajes que traían, pues solía tener un admirador secreto que alumbró mis días en la escuela.

Vio como la sonrisa hermosa de Taehyung era reemplazada por una mueca y agachaba la mirada con vergüenza.

—En verdad... pasaste un muy mal rato por mi culpa y la de mi hermano, si tan solo yo— fue interrumpido cuando las manos de Jungkook sostuvieron su rostro muy cerca al suyo.

—TaeTae, créeme, eso ya pasó y no debes lamentarte por eso... No te guardo ningún rencor ni a ti ni a ninguno de esos chicos que tan solo estaban confundidos o asustados por algo distinto a lo que les han enseñado toda su vida... No podías hacer nada.

—Aún así nunca me lo perdonaré. Debí haber hecho algo, decirle a hyung que se detenga y-yo —una vez más fue interrumpido, pero esta vez por unos labios carnosos y tibios que borraron cualquier palabra de su mente.

Aquella boca linda y dulce lo besaba lenta y gloriosamente mientras que los dedos helados de Jungkook acariciaban sus mejillas. Inconscientemente sostuvo el borde de su camiseta con fuerza mientras seguía aquel tedioso ritmo. Temía tocarlo, por si acaso aquel era un sueño y desapareciera con su tacto.

Jungkook se separó no sin antes robarle un último beso más casto y superficial.

—Olvida nuestro pasado Tae. Tan solo piensa en el ahora y en la nueva historia que vamos a crear. En todas las fotografías que nos tomaremos juntos. No dejes que aquellos demonios sigan persiguiéndote. Y ámame. Ámame como siempre soñamos y merecemos.



hace tiempo que la historia merecía un buen final.

por si aún alguien está ahí: les dejo este fanart hermoso que siempre me hará recordar a esta historia

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por si aún alguien está ahí: les dejo este fanart hermoso que siempre me hará recordar a esta historia. ¡quien lo dibujó es realmente talentoso! 💕
gracias por leer.

PHOTO » KOOKV✔️«COMPLETA»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora