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—¿Van a quedarse ahí o van a seguirme? Tortolitos— dijo Dana. Me aparté y dejé a Kal levantarse, ayudandome a levantarme seguidamente. Kal se levantó y continuamos avanzando, pasamos por lo que parecía un parque, por alguna extraña razón estaba vacío. Dana siempre iba primero que nosotros dos para prevenir llamar la atención de cualquier persona, la zona se me hacía familiar — Ustedes quédense aquí un momento, esto me da mala espina— dijo Dana dejándonos atrás mientras ella se ponía a explorar el lugar, nos escondimos tras unos arbustos donde se podía ver de poco a nada del exterior, Kal parecía nervioso. El parque era espacioso y tenía varias sillas de madera al largo y ancho del lugar. — Oye, ¿Puedo hacerte una pregunta?— dijo Kal mirándome — Claro... adelante— dije en voz baja, él se cruzó de brazos y colocó una expresión preocupada — A dónde piensas ir para escapar de esta gente? — preguntó. No había pensado antes ese tema, estaba tan aterrada sobre lo que pasaría si me encontraban que nunca pensé como haría para evitarlo, si no pensaba en algo tarde o temprano me encontrarían — Creo... creo que no lo sé...— dije. Él se sorprendió bastante, puso de rodillas intentando evitar mostrar la cabeza —¿Cómo que no no sabes? Es lo primero que uno pensaría— yo me, avergonzada, me puse cabizbaja — Debo buscar a la esposa de Loral y decirle un mensaje... pero no sé por dónde empezar— dije — Loral me creó... o eso quiero pensar, le debo tanto y lo único que puedo hacer es buscar a su esposa y decirle que la extraña— añadí, él se veía enojado pero a la vez asustado ¿De que hablas?... como sea, ya se nos ocurrirá algo— dijo. Pocos segundos después, Dana nos dio la seña de que podíamos salir, Kal me ayudó a levantarme y continuamos, Kal le contó a Dana sobre lo que le dije, a ella no le parecía molestar mucho, pero se sentía la preocupación de cada uno. Mientras pasábamos por el parque logramos ver a alguien sentado en una de las sillas de manera.

Esa persona, sentada de manera que ocupaba casi todo el asiento de la silla, traía un portafolios negro enzima de las piernas, Bajo un árbol, volteó a vernos como si supiera perfectamente que pasábamos por ahí. Esa persona era Lucas. Nos sobresaltamos, él se levantó y se acercó — ¿Tienes miedo? — me dijo cara a cara — bastante impresionante... no estoy aquí para lo que tú crees— añadió. Intenté caminar sin ayuda de Kal, me quité el brazo de él de mi hombro y me acerqué con dificultad al frente de Lucas. — ¿Entonces qué quieres? — pregunté, él levantó el portafolios y me lo mostró — vengo a decirte que... eres obsoleta!, cuando registramos la casa de Loral encontramos una computadora conectada a ti! Podíamos sacar todo lo relacionado con tu base y duplicar... lo cual es el caso... — abrió el portafolios y sacó un tipo de aparato extraño del mismo y me lo ofreció — Solo necesito una cosa más y podremos remplazarte completamente, agarra este dispositivo, apriétalo en tus manos y coloca toda Data que tengas sobre ti — dijo. Me llené en furia, empecé a pensar en todo lo que eso conllevaría, dejaría de ser especial y todo lo que hizo Loral vendría a ser en vano. ¿Porqué el ser humano debe apegarse tanto a sus ideales para llegar al punto de hacer a los demás infelices para lograrlo? Lucas me ha hecho sufrir de muchas maneras en todo lo que mi existencia respecta, fue a causa de él por lo cual yo me encontraba encerrada en el cuarto blanco, me robó de Loral, asesinó a Loral y si permitía que él hiciera copias de mi... 


Dana y Kal, por su lado, parecía que les gustaba la idea, lograba entender el porqué, pero la razón era demasiado absurda he insensible. Si lograban hacer copias, sería una más, la esposa de Loral no me reconocería y mi único propósito ahora mismo estaría completamente fallido. Kal y Dana se pusieron delante mio — Fleky...— hizo un pausa — creemos que es lo mejor. Si le das lo que quiere nos dejará tranquilos y podremos hacer lo que queramos juntos. Mi padre debe de estar muy preocupado por mi... así que... ¿que tal si le das lo que quiere y te vas conmigo?— dijo Kal. Se notaba lo nervioso con lo que lo dijo. De fondo, Lucas se sentó en la silla de madera más cercana a esperar. Sentí como si me hubiera traicionado, después de acompañarme que así como así se asuste y diga que se quiere ir me puso de muy mal humor. — Estoy cansada de correr, dale lo que quiere y larguémonos. Sé que lo odias, lo odiaría de la misma manera, pero esta es nuestra oportunidad— comentó Dana. Me puse de brazos cruzados e intenté mirar a otra parte — ... Si a ustedes les intentaran copiar de manera que no fueran más que uno en el montón... aceptarían?— pregunté casi llorando. ambos se acercaron a mi y me abrazaron — Tú sabes muy bien que eres diferente, no importa si hay otra parecida como tú, tú siempre serás la original ¿me entiendes?— dijo Kal. Sentía odio, ira y miedo, pero debía tomar una decición. 

Si hago lo que dice Lucas, dejaré de ser especial, pero con la condición de ver a la esposa de Loral

si decido no hacerlo y escapar, duraré años buscándola por mi cuenta

... y si decido dejarme llevar por mis emociones... por el enojo y el dolor de no tener nada a lo cual sostenerme en un mal momento...  

FlekyWhere stories live. Discover now