Lee Taeyong era conocido por ser el mejor.
Por siempre hacer lo que le pedían, por siempre saber qué hacer, que decir, como actuar... Es por ello que era un experto en estafas, por esa misma razón, era un maestro en el manejo de armas y en el arte del asesinato.
Por esta virtud, por su carisma, por su relajada y elegante forma de ser, por su astucia y por muchos otros de sus talentos, es que se había vuelto la mano derecha del líder de su banda.
Habían incluso aquellos, que se atrevían a tratarlo con dicho nivel de respeto, y con bastante razón, Taeyong a pesar de su rostro tierno e inocente, era más letal que cualquier arma de filo.
Su doble cara hacía que todos cayeran presos ante sus encantos, y es por ello que llegaría el momento en que incluso su líder, temiera por él.
Amenazado, le había dado a Taeyong la orden que, aunque ni el mismo lo supiera, se volvería la más difícil de cumplir: debía matar a Doyoung.Cuando le dieron aquella orden, le pareció lo más simple del mundo, aquel chico "torpe" que desde que conoció había pensado que era extraño.
Es decir, como siquiera lo habían aceptado si nisiquiera sabía defenderse? Mantenía siempre aquella cara tierna, como asustado del mundo que lo rodeaba, siempre manteniéndose un paso atrás.
Aquello de tener que protegerlo siempre le había cansado un poco, es decir, el chico se esforzaba, pero demonios era bastante torpe…y se preguntaba, por qué debía él hacerlo y en qué pensaba su líder en dejarlo unirse a su grupo?
Y ahora finalmente podía deshacerse de aquel estorbo.Entró en la oscura habitación, y oyó como la puerta era cerrada detrás de él con seguro.
Nadie saldría de la habitación hasta que el trabajo estuviera hecho.
Caminó al centro, el único lugar con luz, en donde estaba atado a una silla su compañero.
Vio como las vendas cubrían sus ojos y su boca, y recordó la última vez que el chico había hablado. Se sentía tan extraño el verlo callado, Doyoung siempre tenía algo que decir.
Tanto que ya Taeyong había aprendido a ignorarlo.
Y de pronto, mientras miraba el inmóvil cuerpo de Doyoung frente a él, una voz en su cabeza comenzó a imaginarse como sería escuchar a Doyoung diciendo su nombre una última vez. Había deseado tantas veces que se callara, y ahora que finalmente lo había logrado, quería oírlo hablar de nuevo.
Imaginó, basándose en el leve recuerdo que le quedaba, como la dulce voz de Doyoung decía uno de sus tontos chistes.
Y luego recordó aquella sonrisa que salía de aquella boca ahora tapada.El chico era demasiado optimista, puro e incluso un poco inocente. Taeyong nunca había podido comprender por qué se encontraba en un lugar tan peligroso, cuando el chico a pesar de ser casi de su misma edad, era como un niño; sus patéticos intentos de arreglar el ambiente, en medio de una matanza o un momento serio, eran la prueba de ello.
Doyoung siempre estaba encantado con lo Taeyong hacía, parecía un perrito que lo seguía a todas partes, por más que Taeyong se quejara, parecía sumamente orgulloso de él, lo cual –aunque lo negara- hacía siempre lo hacía sentir bien.
Se dió cuenta en ese momento, en aquella oscura habitación, que desde que el joven con apariencia asustadiza había aparecido, comenzaba a hacer su trabajo para impresionarlo y ver una vez más sonreír con orgullo.
Dejándose llevar por su impulso, removió la venda de la boca de Doyoung, para ver una última vez aquellos labios que solían curvearse en aquella sonrisa motivadora.
Pero por supuesto, los labios permanecieron serios.Le extrañó que Doyoung no opusiera resistencia, y se extrañó él de sí mismo, al caer en cuenta de lo que hacía.
Por qué no lo mataba de inmediato? Por qué removía la venda?
Lo tenía ahí, amarrado, listo para hacer el trabajo, y aun así, no desenfundada el cuchillo.Pensó en aquellos ojos que parecían mirar todo con emoción, grandes y profundos… aquellos ojos que le hacían pensar que Doyoung era inocente y débil, que lo hacían desear sacar al chico de aquel mundo bajo antes de que su alma pura se contaminara como ya estaba la suya.
Aquellos ojos que lo miraban siempre llenos de un brillo, y deseo ver aquel brillo una última vez.
Y pensó, que tal vez si lo miraba, aquellos labios que permanecían serios sonreían una vez más.
Por lo que quitó entonces la venda de los ojos.
Sin embargo la mirada que Doyoung le devolvió en este momento era una que jamás había visto en ese rostro.
Una mirada llena de dolor y lástima, una mirada de súplica.
Sus ojos, con un brillo vacío, se encontraron con los de Taeyong, a quien había considerado su amigo y se abrieron levemente.
Taeyong, al verlo, se agachó y se acercó a él, con la esperanza de oírlo hablar.
Si tan solo oía su voz una vez más, si veía aquella sonrisa una última vez, podría seguir adelante con su misión- se decía a él mismo.Pero casi de inmediato, los labios de Doyoung se cerraron de golpe, volviendo a aquel estado de silencio absoluto.
La mano de Taeyong tembló, pero entonces bajo hasta su faja, en donde tenía la funda de su cuchillo, y sin apartar la mirada del chico frente a él, tomó el cuchillo por su mango y lo desenfundó.La mirada de Doyoung pareció cambiar, su rostro hizo una expresión sutilmente diferente, sin cambiar aun así aquel estado de seriedad.
Sus ojos brillaron con súplica, buscando dentro de Taeyong por algo de bondad.
Es como si, aún en el silencio, hubiera comprendido las palabras de Doyoung.
"No lo hagas" Le había pedido, pero un segundo después, sus palabras lo contradijeron.
-Qué estás esperando?- lo regañó Doyoung entonces, como frustrado por que no estaba muerto aún.
El chico en la silla apartó entonces la mirada, llevándola hasta al piso, y para Taeyong, fue como una cachetada en el rostro.
Doyoung le había dicho que lo hiciera.
-Apresúrate y hazlo- tiró su cabeza hacia atrás, exponiendo su cuello.
Tuvo que sujetar con fuerza el cuchillo, para que no callera de sus manos.
-Dime que no lo haga- dijo tomando con su mano libre el rostro de Doyoung, forzándolo a verlo, su voz sonaba temblorosa - por favor- dijo casi en una súplica.
-Por qué tengo que ser yo quien te convenza?-se quejó Doyoung -Por qué dejas en mi esa decisión?- aún en este momento mantenía aquel carácter que lo frustraba, siempre terco, aun tratándose de su muerte.
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ONE LAST TIME [ADAPTACIÓN TaeDo]
FanfictionADAPTACIÓN! Taeyong x Doyoung Pareja Original: JaeWin Fic original.