ONE LAST TIME [ADAPTACIÓN TaeDo]

Capítulo 4

DOYOUNG

Nunca se había sentido tan frustrado al no ser escuchado como ahora. Taeyong parecía nunca prestarle atención, y relamente se había acostumbrado a ello.

Quizá hablaba muy rápido, quizá no pronunciaba bien, quizá solo lo aturdía, pero Taeyong parecía no escucharlo, y justo en este momento, necesitaba que lo hiciera.

Se sintió desesperado... no sabía que harían los hombres de afuera con Taeyong si veían a ambos vivos.

Los matarían a ambos? perderían el respeto por Taeyong al ver que no había podido seguir la orden de su líder?

En cualquiera de las opciones, los resultados no eran buenos... y probablemente en todos los escenarios, terminarían habiendo muertos.

Este era el mundo de la mafia después de todo, las muertes son algo cotidiano, ya que no pueden quedar cabos sueltos.

No supo que más hacer para detener a Taeyong.

-Serás asesinado- repitió, casi desesperado, mientras lo arrodillaba y ponía el cuchillo en su garganta.

Si no entendía con palabras, las acciones debían de funcionar...

Taeyong se tensó, se quedó inmóvil.

Le sorprendió haber podido derribar a Taeyong, lo cual fue aún más preocupante. Estaba seguro de que Taeyong era más fuerte que él, entonces porque estaba actuando de aquella forma?

-Supongo que está bien- dijo casi vencido- mátame.

Doyoung se inmovilizó por las palabras, Taeyong se estaba dando por vencido.

-Si no lo hago yo, él lo hará por no cumplir la orden.

Doyoung lanzó aterrado el cuchillo, el simple pensamiento de ver a Taeyong muerto lo aterró.

Le dio la vuelta, mientras Taeyong se mantuvo inmóvil.

-Él va a matarte- dijo Doyoung, hablando lo más lento que pudo, intentándolo todo para que le prestara atención- Me ordenó matarte.

Taeyong abrió los ojos, parecía que finalmente lo había entendido.

-Eso quiere decir, que te mate o no, terminaré muerto también.

Doyoung asintió, algo aliviado porque finalmente comprendiera la situación.

-Pero, si no me matas, te mataran por no cumplir la orden...-dijo mordiéndose el labio, como si fuera su culpa toda aquella situación.

-Aún así, ibas a dejar que te matara...- dijo Taeyong, con una risilla amarga.

Doyoung solo asintió.

-Tienes que matarme, así te ganarás su respeto...- dijo señalando hacia la puerta y arrodillándose a su lado.

-Creo que aunque tenga su respeto, no tardará mucho antes de que busque otra forma de matarme.

Doyoung abrió los ojos, y lo miró... eso quería decir que se estaba dando por vencido?

-No- respondió Taeyong, como si oyera sus pensamientos.

-Eso significa que pelearé para volverme el líder.

Doyoung sonrió, mientras que Taeyong tomaba el cuchillo caído frente a él y se puso de pie.

-Solo puedo llegar hasta arriba, si te tengo a mi lado- declaró y extendió su mano para ayudar a Doyoung a levantarse... pero más que ello, como forma de una promesa, en la que pelearían juntos.

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  TAEYONG  

Nunca había visto a Doyoung pelear, por lo que no sabía realmente si el chico de ojos brillantes podía hacerlo, pero seguía creyendo que había una razón por la que Doyoung había sido aceptado, y creía en él.

Pero incluso si no supiera pelear, todo lo que necesitaba para ganar era tenerlo a su lado.

Doyoung lo impulsaba a ser mejor, para protegerlo, sorprenderlo, impresionarlo. Fuera lo que fuera que quisiera realizar sobre Doyoung, lo importante era que le daba la fuerza para hacerlo.

No soltó la mano de Doyoung aun cuando este estuvo de pie. No quería perderlo de su lado.

Se preparó para abrir la puerta. La mano de Doyoung no tembló en ningún instante. Se sorprendió de lo bien que Doyoung manejaba la situación y aún más de cuanto lo había menospreciado.

En especial cuando la puerta se abrió, y los guardas se lanzaron sobre ellos.

Sus predicciones eran correctas, desde un inicio, ninguno se suponía que saldría vivo.