ONE

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El viento corría levemente, los edificios creaban una agradable sombra y no había nadie que se burlara de él o intentara hacerle daño. Después de caminar varios kilómetros descalzo el híbrido había decidido tomar un descanso dado que, en verdad, apenas se podía mantener en pie.

Tres días.

Tres –malditos- días que llevaba sin probar bocado alguno.

Su estómago gruñía de manera constante, las piernas le temblaban y estaba seguro que en su huida anterior se había golpeado el costado derecho de su cadera, puesto que el dolor le cegaba a momentos y había una mancha roja casi negra en su camiseta roída. No había sido muy brillante al robar en aquella tienda llena de cámaras y guardias que doblaban su tamaño, pero estaba tan hambriento...

Al final la golpiza que se llevó había valido la pena; logró escapar con un trozo de queso que cabía en la palma de su mano.

Eso había sido hace una semana.

El queso no duró lo suficiente, pero le había dado fuerzas como para caminar grandes distancias hasta que no resistió más. Ahora no sabía dónde se encontraba, pero a simple vista era un lugar con clase; las casas eran grandes, había parques, carros brillantes, piletas y mucho más. Louis acostumbra a estar en callejones de mala muerte, donde se dormía con un pedazo de cristal bajo las ropas para protegerse.

Su estómago se contrajo haciéndole perder la visión momentáneamente, y Louis sabía que necesitaba hacer algo rápido. Su vista barrió por el sector buscando una casa fácil donde escabullirse, y particularmente una llamó su atención.

De grandes rejas negras altas, la mansión se veía pulcramente organizada y sin nadie a la vista, salvo la limosina estacionada afuera con vidrios polarizados.

"Seguro en algún momento entrará..."

Louis agitado caminó a paso rápido hasta el auto y al encontrarse cerca se arrodillo para arrastrarse, escondiéndose detrás. Pasaron minutos en que sólo sentía el latir de su corazón hasta que el motor rugió y avanzó de manera lenta, a su misma par las rejas abriéndose; cuando esto ocurrió se escabulló hasta entrar a la casa, volviéndose a esconder tras un árbol grande vigilando que nadie lo hubiese visto, pero la mansión estaba desolada.

Su mano arañó la madera enterrándose pequeñas astillas mientras se sujetaba a sí mismo, obligándose a caminar por el césped de la mansión. Louis estaba perdido, pero tenía que ser rápido si quería salir ileso; a simple vista el lugar contaba con terreno amplio, la estructura central contaba con dos pisos de color marrón con pilares blancos, una gran puerta color caoba y ventanas con cortinas gruesas, puesto que no se podía ver nada hacía dentro. No era lujosa por fuera, más que nada era una estructura grande en un gran terreno bien cuidado.

Louis caminó hasta la parte trasera donde había una pequeña fuente sin agua y un invernadero. Había una enredadera en la pared gastada de la mansión, ventanas polvorientas y una puerta grande semi abierta de donde provenían deliciosos olores. Se acercó lento con las orejas pegadas a su cabellera, asomando primero su cabeza para examinar cuantas personas había.

"Ninguna..."

El híbrido entró por completo moviendo su pequeña nariz olfateando; había olores de carne, estofado, pollo, también algo dulce que le hizo agua la boca, y un sinfín de cosas le hacían ronronear. Adentro estaba cálido, y era un espacio amplio sin muchos lujos, incluso la cocina se veía antigua, pero se sentía acogedor para él.

Louis siguiendo su desarrollado sentido del olfato caminó hasta la encimera de mármol donde habían platos con las delicias que olió, más siguió de largo; no quería causar problemas, tan sólo buscaría una rodaja de queso o jamón, quizá poder hacerse emparedados como había visto en esa revista vieja donde se apoyaba para dormir.

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⏰ Última actualización: Jan 22, 2017 ⏰

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Never Should {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora