Me, Myself and Him |Sasusaku|

Capitulo 18.- ¿Donde esta Sakura?

*Narra Sasuke*
La puerta se abrió dejando entrar luz y permitiéndome ver el rostro de la impostora. 'Date un tiro Uchiha' exactamente esas cuatro palabras pasaron por mi mente y se recalcaron al escuchar la voz de Sakura disculparse por haber interrumpido. Pero de un momento a otro se cayó avergonzada pero levanto la mirada y se encontró con mi rostro de imbécil. -Mierda Sasuke REACCIONA!- Por alguna estúpida razón seguía en shock y la prudente de Ino no se quitaba.
Extraña fue la reacción de Sakura, yo esperaba que me gritara, que me insultaran incluso una cachetada... Pero al contrario sus ojos se cristalizaron y solo negó con la cabeza antes de irse corriendo. Esto no era nada bueno.
— ¿Qué rayos pasa contigo? — grite exaltado reteniendo mis ganas de empujarla, después de todo era una mujer.
—Parece que no conoces tan bien a tu ex novia— puso sus manos en mi abdomen tratando de provocarme, pero todo lo que sentí fue repulsión.
—Yo no perderé a Sakura por culpa de...— una cualquiera como tú —...Por culpa tuya. — corregí, la moví a un lado y rápido tome mi playera del piso.
— ¡De los dos Sasuke! ¡Fue culpa de los dos! — escuche su carcajada a lo lejos ya que había salido corriendo detrás de MI novia.
Cruce el umbral de la puerta y vi mi chaqueta tirada pero no había señales de Sakura. Pase mi mano con desesperación por mi cabello, ahora si ya estaba organizado mi funeral.
Regrese entre empujones para tratar de encontrar a Naruto. El sin duda alguna sabría dónde estaba.
—Donde esta Sakura — dije sujetándolo de la camisa demostrándole que a la primera mentira lo haría polvo.
—No lo sé— me empujo — ¿Qué sucedió?—pregunto sorprendido, realmente no tenía idea.
—Solo necesito encontrarla ahora— volví a abrirme paso entre la multitud hasta que llegue afuera. Busque desesperadamente en mis bolsas hasta que encontré mi celular.
— ¿Has visto a Sakura? — pregunto Naruto a un rubio que platicaba animadamente con otros chicos recargado en un auto.
El teléfono timbraba, lo tenía encendido pero no respondía.
—Si— contesto el chico atrayendo mi atención pero aun así no separe mi celular del mi oído. —Hace poco salió corriendo...— me miro —No se veía bien— ¡claro que no se veía bien imbécil! —...Y luego se fue con Gaara.