La busqueda de Rachaell

Capitulo 5

Gina

— Cambiaré a “F.2” de búsqueda y rescate, luego continuaré con la misión — escuchó decirle Jill a su compañero, a través de su comunicador.

“F.2” qué habrá querido decir con eso, por alguna razón siento que no vamos por el lugar correcto, es como si estuviéramos regresando por donde vine, solo que tomando diferentes caminos.

— Espera, porque no revisamos este lado — pregunto refiriéndome a un pasillo que no había visto antes.

— Ya inspeccione ese lugar, no hay nada — dijo Jill, sin mucha importancia.

Observó el pasillo nuevamente, pero algo llama mi atención, avanzó y recojo un objeto que estaba en el piso, es un arma sin balas.

— ¡Rachaell! — susurro al pensar que esta arma pudo haberle pertenecido a ella. También veo un rastro que recorre el piso, sin pensarlo más, corro en esa dirección.

— ¡Gina!!— escucho a Jill llamarme, pero ahora, lo único que quiero es encontrar a mi hermana.

Continuo corriendo hasta llegar a un elevador, marco desesperadamente el botón, las puertas se abren, ingreso y vuelvo a encontrar la baba de esas cosas pero también hay manchas de sangre, no dejo de pensar en que tal vez Rachaell esté en peligro y necesite mi ayuda.

Al abrirse las puertas corro por un pasillo que conduce hasta un centro médico, entró y parece estar vacío pero el rastro termina en ese lugar, justamente en una ventana que tiene una gran mancha de sangre que luego se expande por el piso… puede que Rachaell está cerca pienso inmediatamente.

— ¡Rachael!...¡Rachael! — grito desesperadamente, esperando que pueda escucharme.

Pero no obtengo respuesta, volteo y ahí está Jill debajo del marco de la puerta, debió haberme seguido hasta aquí , ella simplemente está observando toda la escena sin decir palabra.

— Sabias de esto ¿verdad?, por eso no querías que viniera — dije un poco molesta, ya que a Jill nunca le importo encontrar a mi hermana, solo quería sacarme de este lugar.

— ¿Sabes qué le pasó a mi hermana? — pregunte sin poder contenerme, mientras Jill meditaba la situación.

— Cuando me hablaste de tu hermana, tuve la corazonada, de que se tratara de la misma persona que encontré antes en este lugar — hablo Jill, confesandome al fin lo que me mantuvo oculto — no quise decírtelo porque...

Un fuerte ruido interrumpió lo que decía Jill, haciendo que ambas saltaramos del susto, volteamos hacia la única ventana de la habitación, no podía creer lo que mis ojos veían, era un Ooze único con apariencia a ¡Rachael! esto no puede estar pasando, no podía ser mi hermana.

Su cabello estaba adherido a su cuerpo, una mutación había reemplazado su brazo derecho, al izquierdo le habían crecido púas y garras, todo su cuerpo estaba cubierto de baba y manchas de sangre, pero a pesar de eso aún podía notarse el traje que ella usaba en sus misiones.

Sentí como si algo se hubiera roto dentro de mí, me invadió una gran tristeza e impotencia al ver en lo que se había convertido mi hermana, que era todo lo que tenía.

Después de unos momentos en los cuales emitió unos gruñidos y movimientos irregulares en aquella ventana, Rachell o lo que quedaba de ella, se alejó corriendo por unas escaleras envuelta en sollozos.

— ¡Rachael, espera! — exclamó dirigiéndose a la puerta, para intentar alcanzarla.

— ¿Qué crees que haces? — me pregunta Jill, sujetándome del brazo y así evitando que salga.

— ¡Buscar a mi hermana! — musito con gran ira y tristeza que me invade, aún afectada por lo ocurrido.

— ¡Acaso no te das cuenta!, ella ya no es tu hermana — intentando hacerme entrar en razón, y que no cometa una locura.

— Debe haber algo que podamos hacer para ayudarla, tal vez una cura, o... — desesperadamente, intentando encontrar una solución, algo que me ayude a traerla de nuevo.

— No hay cura para el virus T-abyss — interrumpe siendo realista, pero también acabando con mis esperanzas — lo lamento.

— Eso no puede ser ¡No! — lo niego con lágrimas en mis ojos sintiéndome impotente por no poder hacer nada por ella.

Jill

Gina al fin había logrado calmarse, y aceptar sin más remedio a encontrar una salida del crucero, lo mejor era, que ya no se pusiera en riesgo, después de todo no podía hacer nada por su hermana.

Avanzamos lentamente por los pasillo que se encontraban a oscuras revisamos el lugar a la vez que buscábamos la salida, caminaba al frente mientras notaba que Gina detrás de mi mantenía su mirada en el piso, sumida en sus pensamientos sin decir palabra, de vez en cuando derrama una lágrima la cual trataba de disimular rápidamente, no la culpo, no fue fácil lo que le tocó presenciar.

Me detengo al escuchar unos sonidos que se me hacen muy familiar, siento que algo se acerca, pero no logro encontrar la fuente, y al hacerlo ya es demasiado tarde, al voltearme siento un fuerte golpe que no vi venir, el cual lanza mi arma lejos de mi alcance, me sorprendo al ver de quién provino el ataque, se trataba de "Rachael" que se abalanzó sobre mí, con mis manos trataba de alejarla y así evitar su agresión, pero mis intentos poco servían, era muy fuerte, estaba inmovilizada, si realiza cualquier movimiento ella tomaría ventaja y no era lo más conveniente.

En mis intentos de zafarse, alcance ver a Gina que se encontraba a un costado, aterrada por lo que pasaba, pero de alguna forma necesitaba su ayuda con esto.

— ¡Gina dispara! — grito sacándola de su trance, pero ella me mira con dudas de hacerlo.