Stay Strong! [FredxFreddy OS] #FNAFHS

Único.

6 años.

"¡Arriba, ponte en pie y no dejes que nadie te pisotee!" 
"E-es difícil..."
"Podrá ser difícil, pero no imposible."

Eso era lo que le repetía su hermano gemelo cada que los niños de mayores grados le dañaban su pequeño cuerpo. Se lo decía con tanta dulzura y determinación que no podía evitar quedar mirándolo cada que peleaba por él con los otros niños.

Era como un ciclo, Freddy era dañado, Fred devolvía el daño; ya hubiese sido verbal como físicamente. Y lo hacia el doble.
Al final, su hermano le decía lo mismo cuando iba a socorrerlo:

"Sigue fuerte, Freddy."

Junto con una de esas sonrisas llamativas que tanto le animaban.

Quería ser como él.

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10 años.

"¡Wow Fred, eres genial!"
"Me agradas Fred."

Pero... ¿Y dónde quedaba el "Freddy"?

Al pequeño castaño no le importaba mucho la fama que estaba tomando su hermano gemelo en esos últimos cuatro años, es más, le alegraba, puesto que así lo dejaban de molestar a él en cualquier momento.
Tuvieron que mudarse a otro lugar porque la madre de ambos se había enterado lo que sucedía con tus terrones de azúcar.

—¡Freddy, Freddy! Vamos a jugar —le decía Fred cada que lo veía  solo en los recesos, bajo aquel mismo árbol de siempre.
Freddy se preguntaba el por qué cuando su tan genial hermano dejaba a sus amigos para ir a jugar con él, pero nunca lo hacia en voz alta. Sólo bajaba la cabeza y sonreía tímidamente a Fred.

En esos cuatro años ambos se volvieron aun más inseparables.
Y así se mantuvo por mucho tiempo, a Fred no le importaba que lo viesen mal por estar con el "raro" de su hermano, él sólo les sacaba la lengua.
Y a Freddy le emocionaba la actitud del otro castaño hacia su persona.

Todo era flores y colores pasteles.

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13 años.

Oh, adolescencia.
Una de las más difíciles etapas para ambos castaños.

Las flores y colores pasteles quedaron aplastados bajo espinas y tonos monocromáticos. Los celos, el "qué dirán" de los demás, junto con la hipocresía sin duda era algo difícil de entender.

Fred había vuelto a las andadas, su popularidad en la secundaria se hacia más llamativa con forme pasaban los bimestres.
Freddy, al contrario, no era notado más que por los bravucones, y esto no pasaba de desapercibido por Fred, que al igual que antes, protegía a su hermano con todo lo que tenia, a pesar de quedar él lastimado.

—No necesitas hacer esto, tú tienes a tus amigos, ¿no es así? —el tono que utilizó llevaba un deje de reproche del castaño menor. Fred estaba de espaldas a él, limpiándose el hilo de sangre que bajaba de su labio.

—Así es... Pero tú eres mi hermano, ¿no? —contraatacó, a la par que una sonrisilla se alzaba sobre sus labios.

Su mente era un revoltijo pero, en ese momento, esa pequeña duda en su cabeza se desvaneció.

(15 años)

Sus zapatos sonando no eran nada al contrario de los de sus atacantes. Los constantes repiqueteos en los pasillos de la desolada institución sonaban a un prefacio no tan bueno.