En el día.

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Un día gris.

Esos días eran los que a el le gustaban, Estos hacían que él cometiera locuras, como lo que acababa de hacer, pero no se arrepentía en lo absoluto.

Esos días en los que no veías el sol a simple vista.

-Así que, ¿me sacaste de clases para...?- lo observó un momento.
-Quiero pasar tiempo contigo- respondió mientras se sentaba en el borde del edificio.

Silencio... Solo el sonido del viento azotando las hojas de los árboles, se escuchaba en ese momento.

-¿Por qué te sientas ahí, si le temes a las alturas?- preguntó finalmente, rompiendo el corto silencio que se había formado anteriormente. Tae, en realidad no entendía a su amigo. Para él, lo que Hoseok pensaba siempre era un misterio.

-Mira niño, los miedos fueron creados para ser vencidos-respondió sin dejar de mirar el vació que se extendía debajo de sus pies.

-Pero... estás temblando- insistió, intentando comprender la situación.

-Exacto- se detuvo un momento para encontrar las palabras adecuadas.-Dije, que están hechos para ser vencidos, No que fueran fáciles de vencer-.

Sus ojos Miel, se cerraron por causa de un viento fuerte y repentino. Luego solo asintió acercándose a el.
-Entonces, te ayudaré-.El receptor de aquellas palabras, se encontró con esos ojos miel que lo volvían loco. Otra ventisca sopló haciendo que los cabellos dorados del chico tomaran movimiento. Esa era su vista perfecta.

-¿Lo ves?- luego preguntas <<por qué te quiero tanto>>
Taehyung Apartó la vista del vacío y lo miró sorprendido por un instante, no supo que decir. En realidad en cada momento que sentía calor en sus mejillas, se quedaba así, sin palabras.

No dijo nada, en silencio se quedó mirándolo. Pudo notar que una sonrisa surcaba su rostro, haciendo que un par de hoyuelos quedaran a la vista.

El también tenía una vista perfecta.

Sintió calidez sobre sus hombros cuando el chico puso su brazo izquierdo sobre este, no se opuso, es más, le correspondió mientras el rojo suave en su rostro permanecía, sin intenciones de irse.

Los dos, no deseaban otra cosa que permanecer así, pero no todo lo deseado es concedido y esta vez, no fue distinta.
El timbre, resonó por todo el lugar, era tan fuerte, que incluso estando en la azotea se oía perfectamente.
No era cualquier timbre, era el ultimo, ese que todos esperaban con ansias, Ese que marcaba el fin de la tortura y les brindaba libertad.

Ya en la salida, con sus pertenencias, comenzó a llover.
-Lo sabía- chilló Taehyung mientras rebuscaba un paraguas en su mochila.Lo abrió, Levantó la vista y su acompañante no estaba a su lado, se giró en su búsqueda y cuando lo encontró, se quedó ahí, parado observan dolo, incrédulo, una vez mas.
-¿Que haces?- Hoseok, dejó de mirar el cielo gris, cubierto de nubes para observar su cabello bailando, debajo de aquel paraguas azul, Sonrió.

-Disfruto de la lluvia- respondió levantando un poco la voz, por la lejanía que había entre ellos.
Un entrecejo arrugado,hizo aparición en su rostro, no lo entendía...
-¿Como puedes disfrutar de algo así?- planteó nuevamente, solo quería entender sus pensamientos.

-Que, ¿como puedo?- rió, Taehyung asintió -enséñame-
-No es fácil de aprender-
-Eso, me toca decirlo a mi.-
Levantó ambas cejas por la sorpresa, no se esperaba una respuesta así.
-Bueno- hizo una pausa -creo que no puedo expresarlo con palabras- le aclaró.
Entonces, decidido, se dirigió hacia Taehyung, sin quitar esa amplia sonrisa, caracteristica de el.

Lo tomó de una muñeca y tiró de ella suavemente. Un intercambio de miradas fugaz, Le arrebató el objeto de las manos y lo lanzó un tanto lejos, quedando así, sin protección y totalmente descubiertos bajo la fría lluvia de aquella tarde de abril.
Acto seguido, un tacto simple,de esos que dejan palabras colgadas en el aire y vienen cargados de emociones, justo como en ese momento.

Lo besó.

Apenas fueron segundos, largos segundos. Nada importaba, ni la poca gente que por ahí circulaba, ni la lluvia, que seguía cayendo descontrolada, ni siquiera el paraguas que de apoco se alejaba por causa del viento.

Nada más.

Sin Sol Ni Luna [VHope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora