Espacio Singular

Lylith Aefrit

========> LECTOR: ser jovencita sublime

-No puedes ser la jovencita sublime, ella no cede su voluntad ante nadie. Pero,¡hey! como el benévolo narrador omnisciente que soy, tendré la caridad de presentarte a esta adorable criatura.

     Su nombre es Lylith Aefrit, a ella le encanta su nombre, pero le agrada la forma en la que su mejor amigo la apoda; Lyae. Lylith es una Troll, nació y creció en Troll Kindom, fue criada por una lusus peculiar, una Ifrit; criatura mística originaria del mismísimo vaho de los dioses, esta semideidad tomo a la pequeña Lylith en su custodia debido a su noble fragilidad exterior, y a su negro veneno interno. 

     Desde el momento en que su lusus la acogió, Lylith creció apartada de todos por decisión de su guardián, pues la pequeña troll era demasiado endeble como para soportar la presencia de alguien mas aparte de su cuidador, al estar cerca de otro troll perdía la capacidad de razonar y entraba en un estado de shock nervioso, sin embargo, Lylith no soportaba estar sola en ningún momento, esto le llevo a pasar grandes cantidades de tiempo con su lusus, quien para mantenerla ocupada se encargo de adiestrarla en demonología, repostería y artes psicoelementales, al llegar su día del retorcimiento Lylith se encontraba horneando cantidades abrumadoras de postres muy variados mientras practicaba su arte psicoelemental favorita; la Piroquinesis, el irresistible olor de los postres y la luz de las llamas atrajo a una criatura hacia su colmena, se trataba de una Polilla Estelar, una criatura con habilidades psíquicas y gran inteligencia, se les considera como un mito pues casi ningún troll ha visto una, se dice que son cenizas de las estrellas muertas y que portan consigo la habilidad de conceder un milagro paradójico que no obedece a ninguna de las normas fundamentales del cosmos, en otras palabras; es capaz de hacer absolutamente cualquier cosa, a coste de la existencia de la polilla como ente material, pasando a un plano psíquico solo perceptible ante dioses o seres altamente desarrollados en cuanto a psique, a demás, las polillas estelares son  amantes de las fragancias dulces y los objetos luminosos. No hizo falta mas que un par de minutos para que Lylith y su invitado entablaran amistad, el carácter de la criatura le caía como anillo al dedo a la personalidad de la troll, en ese mismo perigeo bilunar Lylith llamo a su nueva amigo Seraph, la polilla no mostró disgusto por dicho nombre.

     Seraph era exactamente lo que Lylith necesitaba en su vida, un amigo que la entendiera, que no la atemorizara y que lo único que pidiese a cambio fueran dulces y juegos de luces, cada momento que pasaban juntos hacia que la pequeña troll estuviese contenta, las conversaciones con Seraph la mantenían alejada de sus ataques de ansiedad al verse en un espejo.

     Desde que tiene uso de memoria, los ojos de Lylith han sido rojizos, esto se debe a que el uso de las artes psicoelementales altera el color del Iris dependiendo del elemento, ese es su único efecto secundario, su lusus le enseño como aplicar sus habilidades psíquicas a la piroquinesia desde temprana edad, esto genero en Lylith una tendencia a usar la piroquinesis de manera constante,inconsciente e inocente, por lo que el aire a su alrededor siempre es cálido y sus iris siempre están rojizos a menos que cambie de elemento. la situación de sus color de ojos sirvió como apoyo para un capricho de su lusus, quien la crió como a una sangre de oxido, cuando Lylith realmente es una altasangre (cosa que ella misma desconoce).

     Lyae siempre fue muy talentosa con las artes psicoelementales, llegando al punto de poder usarlas como método de defensa, no obstante eligió un arma predilecta diferente, una Gema de Invocación, dicho artilugio le permite entrar en contacto, negociar y materializar demonios. Gracias las lecciones exhaustivas de demonología que su lusus le dictó. La troll, curiosa llego a preguntarse porque su lusus le había introducido a tales artes oscuras, pero cada vez que preguntaba la Ifrit respondía con un frió "es mi deber protegerte". afirmación que la guardiana creía de forma inmutable como cierta, pues su contrato así lo establecía, ella debía proteger a Lylith con su silencio como castigo por su imprudencia, la imprudencia de rogar por un favor al ente equivocado; Nyarlathotep, una deidad primordial del anillo lejano, el único dios que se interesaba en establecer contacto con otras criaturas, un dios hecho demonio, la encarnación de lo malévolo, La Ifrit al entrar en contacto con este ser a causa de la causalidad cósmica, cayo en el juego maquiavelista de Nyarlathotep, quien le ofreció el poder de curar a Lylith de su condición asocial conflictiva, a cambio de que instruyera a la pequeña en las artes oscuras hasta el punto en que fuera capaz de contactar con el por su cuenta, con la condición de guardar silencio sobre la razón por la que se relacionaba con demonios, bajo el encantamiento "es mi deber protegerte". Una vez el contacto con Nyarlathotep esta hecho, no hay forma de negarse al trato propuesto, todo lo que pase en adelante sera dirigido por la voluntad del demonio, así pues, la Ifrit acepto el pacto, adquiriendo conocimiento absoluto en demonología y la obligación intrínseca de cumplir su deuda con la perversa diversión de una deidad maléfica.

      Lylith fue progresivamente capaz de entender como tratar a cada demonio, convirtiéndose en poco tiempo en toda una experta en el arte de la invocación, hambrienta de conocimiento. Las sesiones de invocación siempre tenían un limite, que era establecido por el demonio una vez sus exigencias eran cumplidas, Lylith constantemente se las arreglaba para obtener el mayor tiempo del trato menos costoso, pero de manera inescrutable y perenne, una inquietud abordaba su mente, un deseo, el contacto con los demonios había infectado su sensible ser,  corroído su delicada actitud, poco a poco se torno sosegada e inescrutable, fue invadida  por el deseo de obtener conocimiento, y con ello, adquirir poder.

     mientras la inclinación de Lylith por relacionarse con los demonios crecía sin descanso, las advertencias ignoradas de Seraph se tornaban mas angustiadas, Lyae se hallaba en el camino a perderse a si misma, interrogaba a todo demonio invocado (cada cual mas poderoso que el anterior) con el afán de hallar un  método para alargar las sesiones, para que no fueran los demonios sino ella quien llevase las pautas de los pactos. Lylith era irreconocible, solía ser una jovencita descuidada y algo gruñona consigo misma, adorable para los pocos seres vivos con los que soportaba estar, su carácter se había tornado frívolo y cegado por la ambición. En un intento desesperado por llegar a la conciencia de Lylith, Seraph amenazo con desaparecer, con irse y no volver jamas (aunque el supiese que no era capaz de eso) pero Lylith no reacciono, como si no le hubiera escuchado, Seraph lo repitió, una y otra vez, grito hacia la mente de Lylith, grito hasta  que la indiferencia de la troll fue mas fuerte que su voluntad por seguir intentando, se marcho, voló lejos sin ser consciente de que Lylith realmente no lo estaba ignorando; ella no podía escucharlo, finalmente logro entrar en contacto con Nyarlathotep, entidad que nublo su conciencia para proponer su pacto:

"Pequeña, curiosa, ambiciosa. Se lo que anhelas. Puedo otorgarlo y vaticino que accederás a pagar su coste, por ello no lo revelare. se bien que sea lo que fuese no seras capaz de negarte, ni tu ni nadie, pues mi voluntad ahora es la tuya. Todos esos esbirros, criaturas infectas e inferiores, minucia mendigante; no hay uno que no este hambriento de almas, es lo que desean, cederán a lo que sea por un alma lo suficientemente apetecible. pero que lamento, que tragedia que alguien con tu avaricia solo goce de un alma, irreemplazable. Yo, puedo cambiar eso, puedo convertirte en una fuente constante de almas, y sin importar cuantas de ellas vendas, siempre generarás mas, no solo seras inmortal, seras una semidiosa, un manantial, producirás las almas mas gloriosas del cosmos, capaces de apaciguar a cualquier demonio, de amansar cualquier mal, de serenar toda tempestad. solo has de hacer una cosa: entrégate. acepta. primero tu mundo, luego tu voluntad."

      Ella no pudo negarse, nadie puede negarse, ella acepto, y tal como se estableció, Nyarlathotep le quito su mundo, todo lo que conocía, lo que la hizo ser quien es, el demonio mato a su lusus con un mensaje:"he cumplido. ella ha sido curada y ahora es mía, aunque paradojicamente, has fallado en protegerla.", como si se tratase de una ruin canción del cisne, introdujo su sentencia en la mente de la lusus mientras le arrebato su vida y llevo el cuerpo inerte a la presencia de Lylith. 

     Un aura de maldad impregnaba la colmena con tal fuerza que hasta un impotente a nivel psíquico podría notarlo desde kilómetros, Nyarlathotep estaba próximo a dar un ultimátum a su entretenimiento, directo a la mente de Lylith se escucho un desgarrante: "Ahora, tu voluntad."

La brisa murió, y el estado de petrificación  de Lylith ceso, rompió en llanto sin parpadear mientras sus labios hacían una mueca de terror puro, como si cada musculo de su cuerpo se encontrara despavorido y temblando, de hecho, así era, y así fue durante solo un par de segundos. una voz conocida en su mente tranquilizo sus nervios:

Seraph: "Aquí estoy Lyae y Aquí estaré, cuida de tu voluntad como yo cuidare de conciencia, le he enviado lejos. no volverá a ti. Aunque lo perdido no pueda recuperase, lo que se conserva puede atesorarse."

Desde entonces, Lylith ha existido sola, por y para ella, perdió cualquier indicio de su aversión hacia otros trolls o a estar sola, al alcanzar altos niveles de concentración  y serenidad es capaz de entablar conversaciones con Seraph, dedica su tiempo a hornear postres y dibujar cómics sobre criaturas mitológicas, su favorito se llama "Ifrit Memorándum", evita el uso de sus habilidades como invocadora y cuando se ve envuelta en conflictos leves utiliza artes psicoelementales, y aunque Seraph le recomiende a menudo que se relacione con otros trolls, ella prefiere estar sola. 

Trollian: LatencyDissidia