Strong - En el suelo

Prólogo

"Era todavía demasiado joven para saber que la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y que gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado."

El amor en los tiempos de cólera, Gabriel García Márquez.

Nunca había comprendido el real significado de ser violentada. Hace unos meses, cuando leía en redes sociales como: Facebook, Instagram y Twitter sobre campañas, testimonios y noticias contra el maltrato a la mujer me imaginaba que era algo grave pero nunca extremo. Le daba "like" a las miles de publicaciones que aparecían en el navegador, compartía los casos una y otra vez, empatizaba con mi género, sin embargo, siempre es diferente leerlo a experimentarlo. 

El mes pasado fui víctima de maltrato, y mi vida cambió en trescientos sesenta grados. El dolor que percibí y aún percibo, es indescriptible. Te sientes como una hormiga, inferior, miserable, frágil, pequeña, sin fuerzas, susceptible a que cualquier persona te haga daño, vives nerviosa, y en constante espera del siguiente golpe, pero sobre todo conoces el temor. Tienes miedo de contar lo que estas viviendo porque no eres lo suficientemente fuerte para enfrentar la situación o no crees que realmente este pasando. Luego, cuando intentas contarlo, te frenan las posibles reacciones que puedan tener los demás y, finalmente, te vuelves partícipe de ese círculo vicioso que solo termina en llantos, gritos, gotas de sangre, bienes quebrados, heridas físicas y especialmente del alma. Puñetazos que nunca se podrán borrar y quedarán marcados para siempre en tu cuerpo como fierros calientes invisibles, golpes que no sanan y son de por vida, los cuales no se solucionan con un simple perdón, ni aunque este sea escrito mil veces en el cielo. 

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J.C.C