Cuando las luces se apagan

Cuando las luces se apagan :v

Golden. Joven empresario con un gran, gran problema.
Necesita urgentemente una pareja antes de que se cumplan los seis meses de plazo y pierda su gran fortuna.

De esto surge, que todo aquel conocido probablemente se aproveche de la situación, es decir, su última pareja, compañera de vida como su padre suele decir, le era infiel pues sólo le interesaba los miles de millones de dolares que almacena en múltiples cuentas. No consiguió su objetivo, pero ese no es el tema.

Volviendo a lo principal.

Un rubio se encuentra en su enorme habitación, observando él casi completamente blanco techo del cuarto, destacando por mucho un dibujo hecho por su mejor amigo que después de arreglar sus diferencias, respetándose mutuamente, cambiaron su relación; aquel dibujo consistía en un oso dorado, según él pelirrojo se trata de él, y un zorro rojo él más destacable, aunque Foxy dijo que solo lo había dibujado por que si, él menor estaba seguro que ese animal representa con mucha certeza al mayor, sonrió con cierta melancolía, extraña a su amigo.
Giro su cuerpo quedando recostado en la parte mas cercana a la pequeña mesa donde se situaba la unica manera de comunicarse con el mayor, su celular obviamente, busco en aus contactos al pelirrojo y marcó el numero.

Una voz, ni tan grave ni tan aguda le reapondio con un
-mande
-¡Foxy!
-¿que solicita el señor?-respondió burlon, el oso imagino que una sonrisa se planto en esos labios que se moria por probar posiblemente tan dulces como el mismisimo pudin que consumia cada dia.

-te extraño-un tono sincero en su voz y a su vez triste, tomó un trozo de papel roto y desgastado mientras posicionaba el celular entre su oido y hombro.

-yo igual oxigenado-soltó un suspiro, nuevamente su contrario utilizo su imaginación, creando la hipotesis de que se acomodo mejor en el lugar donde se encontrara, el piso; mientras su mano dominante se encargo de escribir "Foxy, casate conmigo", arrugó la hoja de tan solo leerlo.

-¿qué haz hecho hoy?-preguntó el rojo
-lo de siempre, supongo
-Golden...
-necesito verte-le interumpio
-claro, ¿cuando?- el trozo de papel arrugado fue abierto y utilizado otra vez "ahora mismo, en mi cama, debajo de mi y tal vez gimiendo mi nombre", nego repetidas veces con fuerza y la pobre hoja volvio a ser arrugada.

-¿mañana esta bien?
-si,no es como si tuviera algo que hacer
-entonces mañana a las 3, te parece ¿en la plaza del centro? Ya sabes...donde venden tu postre favorito-sonrió pensando en si los hermosos ojos ambar de su "amigo" habían brillado.

-claro que si, mi lampara.
-pues...este...umh-no tenía una idea clara de como continuar esa comoda conversación, sin darse cuenta volvio a abrir la hoja "Fox, me gustas, te amo", no es necesario decir que Golden maltrata hojas.

-¿Golden? ¿Todo está bien?- se alarmó al oir en ese estado a su compañero, dejando de lado el intento de mezcla de pastel que su hermana habia preparado, poniendo total atencion al otro lado de la línea.

-Foxy...

-¿ajá?-el mayor estaba ya en la puerta, dispuesto a ir a la mansión del rubio si es que no escuchaba una respuesta.

- Te amo -y terminó con la llamada.

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-Ugh...¡para que le dije eso!- tomo ahora la libreta que de casualidad tambien tenia al lado, comenzo a golpearse con ella, queriendo hacerse daño con ella pero recordo que iba a ir con el chico de sus sueños dejo de hacerlo. Abrió el cuaderno y con una sonrisa pasó hoja por hoja, viendo todos y cada uno de los retratos del chico de cabellos rojos.
-¿Cómo me enamore de ti?

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-¿Qué acaba de pasar?-dejo el aparato en la mesa donde antes se encontraba, procesando lo que su "amigo" le había dicho antesde colgar, provocando un sentimiento calido que después fue remplazado por confusión pura.

-¡hey, ¿rojo estas?!
-¿eh? Ah...si, ¡ya voy!- grito llendo a la puerta abriendo esta, y dejando pasar a su hermano del alma, pues vivían juntos

-¿y tus llaves?-el otro rió nervioso dando a entender que no las llevaba consigo.

-Estropajo-rodeo su cuello con el brazo- you are an idiot

Mínimo las clases le enseyaban a decir las cosas en otro idioma, así sentía que no importaba mucho.