I want you ⋆ jaebum & tú

capítulo 4 : "Un sueño hecho realidad "

Anoche antes de dormir puse el despertador para hoy despertarme a tiempo. Primera vez que pongo el despertador quien lo diría. En fin me levanté, me bañé, me vestí, me lave los dientes y después de muchos "me", baje a desayunar. Estaba tan ansioso o nervioso, no sé exactamente que sentía la cuestión es que sólo comí una tostada y me fui. Pero no sin antes agradecerle a mi mamá todo lo que hizo por mi porqué sin ella no hubiera llegado hasta acá.

Llegue a la parada de colectivos, cuando llegó subí y me senté, miraba por la ventana y pensaba "que lindo es Seúl". Pasaron 10 minutos y llegue a S.O.P.A .
Baje del colectivo y me quedé mirando la escuela por unos minutos pensando que tan lejos iba a llegar después de estudiar acá.

—En fin voy a entrar —dije y me dirigí hacia la entrada.

Iba caminando por el pasillo y los chicos que estaban ahí me miraban , no les di importancia y llegue a la dirección, golpeé la puerta.

—Adelante —se escucho una voz femenina del otro lado. Entré. Una vez allí saludé a la directora como una reverencia y me presenté diciendo lo siguiente:

—Hola, soy el alumno nuevo. Ayer me enviaron una carta que decía que debía presentarme hoy a esta hora.

—Okey ¿Cuál es su nombre? —pregunto la directora.

—Soy Im Jae Bum —dije y me busco entre la lista de alumnos.

—Ah si, aquí está Im Jae Bum -me miró de arriba abajo observando como estaba vestido. Torció la boca y siguió hablando —. Estos son tus horarios -me entregó un papel —, y tu uniforme.

—Gracias —dije haciendo una reverencia para despedirme.

—Empiezas dentro de una semana. ¿De acuerdo?

—Si —hice otra reverencia y salí de ahí.

(...)

El uniforme no me gusta mucho pero que se le va a hacer .

Iba mirando todo el lugar, los pasillos, la cafetería, el gimnasio, el anfiteatro. Creo que estoy enamorado de este lugar.

—Oh tengo que ir a ver mi casillero —dije y me dirigí hacia allá.
Llegue pero no sabía como poner mi clave y como abrilorlo.

¡¡¡Inútil!!!, me gritó mi yo destructivo.

—¿Necesitas ayuda ? —dijo una chica con una sonrisa muy dulce. Tenía el cabello marrón hasta el pecho; los ojos marrones brillantes. Cada faceta de su rostro era perfecta.

—Eh... sí, no puedo con el casillero, es más poderoso que yo —bromeé y ella río. Me indicó como poner la clave y ella lo abrió.

—Que inútil eres.

—Bueno, es que no podía -dije molesto —a propósito ¿como te llamas?

—Soy ____(Tn)

—Que lindo nombre —sonreí.

—Gracias —noté un leve sonrojo en sus mejillas y puso un mechón de su cabello detrás de su oreja —¿y tú? ¿como te llamas?

—Jae Bum.

Asintió sonriente —Eres nuevo, ¿no?

—¿Qué? ¿Se nota mucho?

—A juzgar que no podías abrir tu casillero. Si, se nota —rió y yo también.

Sonó la campana que ordenaba que debian volver a clase.

—Debo irme, adiós —dijo moviendo su mano de un lado a otro. 

—Adiós —le devolví el saludo. Sonrió una última vez y corrió a clases. Me quedé allí parado solo en el pasillo para luego regresar a casa.
Me encamine a la salida, y de allí a la parada de buses.

Llegue a mi casa y mi mamá me preguntó cómo me fue. Fue lo primero que preguntó.

—Tranquila estoy bien. No te preocupes —dije ofendido.

—Tonto. Ya dime qué te dijeron.

—Pues me dieron mi uniforme y mis horarios —dije leyendolos —. Espera un momento ¡¿Me anotaste en clases de canto?!

—Si ¿cuál es el problema?

—El problema es que odio cantar —hablé obvio —¿Por qué lo hiciste?

—Creí que te gustaría —habló y se sentó en el sofá con una revista en las manos —. Quiero que mi hijo sea Idol.

Fruncí el ceño y me senté a su lado.

—Jae Bum, te vendrá bien aprender a cantar. Seguro debes tener una voz hermosa que muere por salir —mamá motivadora modo on. 

Sonreí.
Me levanté de al lado suyo y me fui a mi habitación para pasar el rato. Estaba aburrido así que llamé a Youngjae, ya que si yo estoy al pedo él también.

—Hola.

—Hola, amigo.

—¿Qué estas haciendo? Estoy aburrido. Salgamos.

Él accedió.
Decidimos encontrarnos en una plaza allí charlamos de la escuela de Arte y que me debería ir de nuestras escuela actual. Después de la parte homosexualmente sentimental, empezamos a hablar de pelotudeces.
Regresamos a casa eso de las ocho de la noche.

Entré a casa y encontré cajas de pizza de sobre la mesa.

—Tú me dejas, yo me divierto —dice mi madre sacándome la lengua y se va a su habitación ofendida.

Río y me voy a mi pieza. Enciendo la computadora y me pongo a jugar al LOL. Terminé de jugar a las 00:00 de la noche.
Apagué todo y me fui a dormir, en uma semana empezaría otra etapa de mi vida.

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