Se le habia hecho costumbre ver a ese pelirrojo de ojos cobres llegar quincenal mente al área de farmacia, de la cual ella atendía una de las tres cajas de pago, para llevar con el varios artículos un tanto vergonzosos para su persona.
-Y dime, Ya sabes como se llama?- Pregunto su amiga castaña alzando ambas cejas.
-Aun no y, ademas, aunque supiera su nombre, por si no lo has notado lleva un anillo de matrimonio- respondió cansada de que la chica diariamente insistirá en que entablara una conversación con aquel hombre alto, guapo y con sonrisa irresistible.
-!Pero vamos! Un hombre casado que compra tantos preservativos y demás cosas para el sexo o... uno, no confía en su esposa o dos, le gusta tener aventuras- agrego tomando a la chica de cabellos negros con luces blancas por los hombros para comenzarla a mover de adelante hacia atrás rápidamente.
-!No me haga así!- pidió intentando soltarse de la chica
-!Pero es que mírate! Fácilmente podrías ser una de sus aventuras, el que compre tantas cosas cada quince días vuelve a comprar lo mismo dice que es una maquina- agrego señalando a la figura de la cajera, que bien poseía un cuerpo envidiable y deseable.
-Y que ganaría yo?- pregunto cruzando sus brazos.
- Como que ganarías? !Tan solo ve el cuerpazo que tiene ese pelirrojo! Te aseguro que ganarías la mejor noche de tu vida- animo recordando a susodicho.
-Esta bien, lo intentare- acepto por fin pues se habia pasado todos los días en que lo veía admirando cada parte de el.
Como si de magia se tratara aquel hombre del que hablaba apareció a los lejos caminando y sonriendo hacia el área de farmacia dentro de aquel enorme almacén digno de una linea de centros comerciales famosos. No pudo evitar notar como guiñaba un ojo hacia una figura que se perdió en otro pasillo, no pareció mas que un par de mechas azuladas y una chaqueta negra, tal vez se trataba de una chica que quería conquistar a espaldas de su esposa así que sen darle importancia la cajera arreglo sus ropas - haciendo mas notables su busto- y sonriendo coqueta recibió al hombre.
-!Buenas noches! Que llevara esta vez?- Pregunto ladeando la cara y sacando a relucir sus encantos femeninos.
-Buenas noches, vengo cada quincena a abastecer, ya sabes lo que pediré- respondió sacando su billetera de uno de sus bolsillos traseros.
Esa noche se veía tan casual, llevaba una camiseta gris sin mangas haciendo notar sus fuertes brazos proporcionados con un par de pantalones de mezclilla negra y tenis deportivos blancos, sus cabellos rojizos despeinados lo hacían ver como todo un chico malo.
-Si por supuesto, viene aquí desde hace ya un par de meses, Vive cerca?- Comenzó la chica comenzando a buscar los artículos del hombre.
-Si, acabo de mudarme- respondió sin mucho afán recargando sus brazos en la caja mietras esperaba.
-Ya veo, mi nombre es Natalie, Y usted?-
-Muchos gusto, Soy Karma-
-!Que nombre tan curioso! Jamas en mi vida lo habia escuchado-
-Je~ me lo han dicho, aunque eres un poco joven para hablar de tu edad como si fuera mucha-
-Bueno con mis 19 años ya me siento un poco vieja- rió coqueta enfatizando su mayoría de edad
-!Vaya! Como te sentirías cuando tengas mi edad?-
-no se ve muy viejo, si me permite decirlo- llevando su mano a su rostro quito un mechón de cabello sin mermar su sonrisa.