Camila observaba el paisaje que veía a través de la ventana del autobús. Se sumergía en este intentando evadir sus pensamientos. Apenas lo lograba, de alguna forma u otra se culpaba por la muerte de sus padres. Aunque ella no tenía culpa alguna. Estaba en el instituto cuando todo sucedió. La llamaron al despacho del director, cuando entro se encontró a su hermana llorando. En un principio pensó que algún sin vergüenza la había pegado o algo por el estilo, pero para su desgracia, no pudo ser algo tan simple.
Cuando les dijeron que se debían marchar con una mujer a la que ni si quiera conocían, Camila evito por todos los medios que se tuvieran que marchar de allí, pero la sentencia del juez fue firme.
- Kaki - dijo su pequeña hermana sacándola de sus pensamientos - ¿Tú crees que nos querrá?
Camila miro a su pequeña hermana. La pequeña tenía la cabeza a pollada sobre su hombro. Sus pequeños ojos marrones estaban hinchados, igual por no a ver dormido lo suficiente, o igual por no a ver parado de llorar en dos días. En cualquier caso Camila se iba a asegurar de no volver a tener una visión así de su hermanita, en ese instante le beso la cabeza y le hizo una promesa:
- No lo sé, pero aunque ella no nos quiera tú y yo siempre estaremos juntas.
La pequeña sonrió, y acaricio la mejilla de su hermana. Ninguna sabía que esa promesa sería la que marcaría su futuro. Igual si lo hubieran sabido, nada de esto hubiera pasado...
A medida que el recorrido del autobús iba avanzando, menos gente quedaba en él. Dos horas y media más tarde, solo quedaban las chicas y el conductor. Un hombre viejo, con una barba blanca que casi le llegaba a la enorme barriga, que apenas se sujetaba con la camisa de botones. Parecía que en cualquier momento iba a estallar.
Dos paradas más adelante, la mayor de las latinas divisó un cartel "Landscape". Ese era el nombre del pueblo del que su padre decidió escapar, ese era el lugar al que deberían comenzar a llamar hogar.
Las chicas bajaron del bus. Llevaban consigo dos maletas, una en la que llevaban ropa, y en la otra "recuerdos". Todos sus álbumes de fotos, sus juguetes y poca cosa más iban en aquellas maletas. Sofía llevaba la suya entre sus manos como si fuera un tesoro.
Después de que ambas bajaran del bus divisaron a una sombra que esperaba pacientemente en la parada. Cuanto más se aproximaban más distinguían su aspecto. Una señora mayor de unos 70 años las miraba. Sus arrugas se extendían por su piel. Su cabello cano era recogido en un pequeño moño que adornaba su cabeza. Sus ojos eran de un color azabache ennegrecido por el paso de los años. Él aspecto de su ropa dejaba mucho que desear. Un extraño poncho la cubría desde los hombros hasta los tobillos. Lo único que se podía ver con claridad, eran unas zapatillas rojas de andar por casa. La mujer era de escasa estatura, de hecho la joven Sofía le sacaba casi una cabeza.
La señora miro detenidamente a las jóvenes, y sonrió. Un escalofrió recorrió la columna de Camila. La joven saco del bolsillo de su pantalón la foto de su abuela.
- ¿Abuela?- esbozo en un susurro.
- Eso parece - contestó la abuela de las jóvenes.
La mujer les hizo un gesto para que se acercaran. La mayor cogió a la pequeña y la indico que la siguiera. La abuela les dirigió una mirada de superioridad y comenzó a caminar.
Después de caminar 5 minutos por el pueblo, adentrase en sus callejuelas, ver tiendas, jóvenes y de más, la anciana las llevo por un camino de tierra. Las chicas en un principio pensaron que era una broma, pero para su sorpresa no fue así. Después de andar otros minutos divisaron una cabaña. Parecía sacada de un cuento, no por su belleza, si no por el mal ambiente que desprendía.
Al entrar en esta, quedaron más que asombradas. La cabaña no era para nada lo que esperaban. Las paredes estaban decoradas con cuadros que mostraban paisajes mágicos. En estos aparecían unicornios, magos, monstros y todo aquello que cualquier fanático de la saga de Harry Potter o crepúsculo pudiera desear. Las puertas estaban hechas de un material muy parecido a la madera de sauce. Para sorpresa de Camila el salón estaba repleto de libros. Y para sorpresa de Sofí justo debajo de la cantidad ingente de libros, había una televisión de plasma. Unas escaleras que conducían a los dormitorios separaban el gran salón de la cocina, que no era tan maravillosa como el salón pero desde luego tenía un aire moderno.
- Subid conmigo, chicas de ciudad. - digo la mujer.
Después de dejar a las chicas en habitaciones separadas la abuela bajo al salón. Camila comenzó a sacar toda la ropa de Sofí y se la llevo a su habitación. Cuando entro descubrió que ninguna de las dos habitaciones habían sido adornadas con cuadros o algo por el estilo. Lo único que tenían estas eran una cama y una ventana que mostraba el bosque.
- Quiero decorarla- dijo la pequeña - ¿Me ayudaras Kaki?- la niña sonrió a su hermana.
- Claro que sí, además la mía también necesita algo de magia.
Los días pasaron rápidos, la mujer decidió concederles a las jóvenes sus caprichos. A cambio, estas solo debían obedecerla y hacer algún que otro recado para ella.
Camila iba cada mañana al pueblo a por leche, pan y frutas. La joven Sofía ayudaba a la mujer a limpiar la casa. La primera impresión que tuvo Camila acerca de su abuela no fue la acertada, su abuela era una mujer agradable, en ocasiones cabezota y mandona, pero se podía hablar con ella.
Cuando Camila volvía a casa con el recado unos chicos la silbaron y le dijeron cuatro o cinco obscenidades, la morena les respondió con el dedo corazón y prosiguió su camino. Justo cuando comenzaba a dejar las cosas en la encimera la abuela las llamo a ella y a Sofí para que fueran a hablar con ella.
-Chicas de ciudad- comenzó a decir la anciana- ya sabéis que pronto volveréis a la escuela.
Ambas asintieron.
- El sheriff me proporciono el otro dio los libros que necesitáis, pero a cambio le prometí que la semana que viene empezareis a ir.
Las chicas asintieron, las dos sabían que tarde o temprano deberían volver a las clases.
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Huellas de Lauren | Camren
FanfictionCamila se había mudado a un pequeño pueblo cerca del bosque de Yellolouston. Intentaba huir de su pasado, sus padres había fallecido en un accidente. Un conductor borracho choco su todo terreno contra su coche, el impacto fue tal que ambos murieron...