¡Que testarudo es tu corazón, mujer!

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¡Que testarudo es tu corazón, mujer!

Cambias fervientes amantes de tus palabras, tus pasos y toda obra que realizas por un ser desorientado, indeciso y cruel, ¿Cuándo será que aprendas a no amar ciegamente? ¡Mírate! Derrotada en la oscuridad, empapando tus mejillas con pequeñas gotitas saladas que brotan desde lo más profundo de tu alma, ahogada en los gritos de tu soledad que reclaman con rabia el hecho de no haber escuchado a la razón. Por querer curar la cicatrices de alguien más te las has creado tú misma, tú y sólo tú; ese amor que poseías era el alucinógeno perfecto, altamente adictivo y creaste a una persona que no existe, te enamoraste de una visión que ahora solo se desvanece, ¿Puedes ver con claridad ahora? Hazlo por ti, mujer. Continúa con todo eso que amas, empieza a recordar quién eras y sigue tu camino, dolerá el olvido, pero sé que lo conseguirás y al último valdrá la pena, sabes bien que eres una persona que puede cambiar su entorno en un, dos por tres. Volverás a querer suicidamente y te volverás a equivocar, pero sé con certeza que seguirás luchando y en tu camino conocerás a alguien que escuche tus poemas, alguien que se enamore de tus hoyuelos y no quiera besar los de nadie más, alguien que recorra tus clavículas con las llemas de sus dedos y coloque un mechón de tu cabello detrás de tu oreja, que pase su sonrisa por las comisuras de tus labios, y sus pestañas por tus sienes. Deja de mortificarte por tanto, mujer. Quiérete, quiéreme.

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2017 ⏰

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