Wild [Meanie - Two Shot]

Two

Honestamente no estaba muy seguro de como habíamos llegado a esta posición.

—M-mingyu... Mgh... pa-para... ¡ah!—

Él me miro a los ojos y sonrió.—No.— respondió firmé lamiéndose los labios.

—B-basta.— dije deteniendo sus movimientos- ¿No crees que ya estamos yendo muy lejos? ¡Ah! - gemí ante su toque.

Río y mordió mi cuello levemente jugueteando — Yo creó que aún no llegamos a la mejor parte.— musitó divertido moviendo su mano lentamente.

De alguna forma así había empezado mi domingo. Hace dos semanas de lo que ocurrió en la escuela, creí seriamente que sería un poco incómodo al principio, pero para Mingyu todo era completamente natural, venia en cualquier momento y me besas no importaba quién estuviera alrededor, sus manos escurridizas solían colarse debajo de la camisa de mi uniforme acariciando la zona ansioso, había causado ataques cardíacos a cada uno de nuestros amigos los cuales no tenían idea de lo que ocurría, cuándo preguntaron Mingyu había respondido con  la boca llena de papas fritas "Hyung es mío para siempre." y continuó comiendo como si nada ocurriera.

Él no se aburría, parecía emocionado cada vez que me veía y cuando no estaba devorando mis labios se encargaba de mantenerme cerca, acariciar mi cabello, tomar mis manos, hacía que me sentará en sus piernas mientras su nariz recorría todo mi cuello y ocasionalmente dejar una que otra marca. 

Pese a que le encantaba tocarme nunca había ido más allá, pero ahora, con él en mi cama y yo a horcajadas, se estaba saliendo de control, había empezado como un beso normal que rápidamente fue toman intensidad.

Perdido en sus labios me había tomado desprevenido, aunque no voy a negar lo necesitaba. Con cualquier otra persona habría tomado yo la iniciativa, pero de pronto me sentía demasiado tímido como para hablar y no ayudaba en nada que estuviera devorándome con la mirada. 

—Definitivamente la vista es perfecta. —dijo mojando sus labios y yo cerré los ojos fuertemente rodeando con mis brazos su cuello para poder sostenerme. —¿Aun quieres que me detenga, Hyung?—preguntó en un susurro cerca de mi cuello.

Negué frenéticamente.—N-no.— respondí rápido y él comenzó a incrementar la velocidad. Mordí su hombro descubierto para callar los gemidos que amenazaban con abandonar mi boca y él en respuesta mordió mi cuello con menos fuerza.

—Estás muy tímido.— dijo para después besar donde anteriormente había mordido.

Me separé de su hombro y lo mire a los ojos mientras mordía mi labio inferior.—M-mingyu, más, más r-rápido— rogué.

Él sonrió mostrando levemente sus caninos para después besarme a la vez que aumentaba la velocidad, mis gemidos eran ahogados por sus labios, mientras mis manos se posaban en su cuello para evitar que él besó cesará y pudiera apartarse de mí. 

Segundos después me corrí en su mano y mordí sus labios tan fuerte que causé una pequeña herida.

—Salvaje.— dijo y continuó a marcar mi cuello.

—¡De-deja de morderme!, M-mingyu, m-mañana hay clases, me regañaran si lo notan.— exclamé con dificultad, pero no hice nada para detenerlo.

—Buena suerte ocultando eso entonces, pienso marcar todo tu cuerpo.—

[...]

El jueves no había visto a Mingyu en casi toda la mañana, era raro no tenerlo sobre mi todo el tiempo, normalmente, nos encontrábamos en la puerta de la escuela, pero no lo había encontrado, así que me dirigí directamente a mi salón de clases. Lo pude ver recién en la cafetería.