De ángeles y malos entendidos

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No había pasado demasiado desde que habían llegado a casa, la carga de trabajo por esos días para los chicos de lynch. era demasiada y aquello se reflejó en la dolencia del vocalista que, de sólo llegar a su departamento junto a Yusuke, cayó dormido sin remedio. A eso de la una de la madrugada se despertó de golpe debido a un sueño que estaba teniendo, fortuna que al voltear el rostro encontró la menuda figura del mayor, medio sentado y cubierto hasta los hombros con la mirada perdida en el techo sin rastro de sueño aparente, era seguro que el insomnio le atacaba de nuevo.

—¿Qué haces? —La voz profunda del vocalista sonó por demás acentuada en ese momento, llamando de inmediato la atención de su pareja quien no tardó en sonreír.

—Me tocaba pensando en ti.

—Con razón desperté.

Lo siguiente a ello fue un ataque de risa de parte de ambos y Yusuke decidió acomodarse en la cama de tal forma que Hazuki se tendiera sobre su pecho.

—Te voy a mimar, ¿okay? —Pronunció de pronto empatizando con el estado del menor, aun cuando él mismo no estaba en las mejores condiciones el moreno era primero en todo sentido, y no era como si el vocalista no lo notara, a veces incluso le molestaba que se dejara a un lado, mas a su manera intentaba retribuirle aquel amor incondicional que había nacido de la forma más natural posible sabiendo que, aunque se esforzada por demás, nada se compararía a lo maravilloso que su compañero le entregaba. Negó un poco.

—Ah, ¿entonces era cierto que te tocabas pensando en mí? —Inquirió el menor de ambos con cierto tono picarón recibiendo caricias dedicadas y delicadas en su cabello.

—Por supuesto. —Respondió el guitarrista echándose a reír. —¿O prefieres que sea pensando en otra persona?

—Agh, claro que no. —Gruñó Hazuki mordiéndole una tetilla, Yusuke se quejó. —Nadie te podría crear erecciones como yo.

—Hmm... no, nadie. Bueno sí, tu alter malvado Iluminati, pero nadie más.

—Ah, es que Jean Curry es genial, sólo por ello lo acepto.

—Es demasiado sexy, no olvides eso.

Así continuaron dándose pequeñas atenciones que sólo se permitían en la intimidad de esas cuatro paredes, un par de besos en el cuello por parte del dueño de casa, caricias bajo las prendas superiores y uno que otro suspiro sin dar paso a algo más por el latente cansancio compartido; de pronto, todo cesó paulatinamente sólo compartiendo el calor de cada uno en un silencio relajante, dando paso a cierta duda latente e infundada en la cabeza del azabache.

—Yusuke... ¿Soy un buen novio? Digo, no sé, ¿te he decepcionado en algún momento?

En ese instante las manos del pelirrojo siguieron acariciando ahora tanto los cabellos ajenos como su espalda, el pelirrojo se sentía relajado, tanto que incluso mantenía los ojos cerrados hasta que oyó la interrogante ajena y volcó toda su atención a él.

—Hazuki...— Soltó en tono aprensivo sin poder evitar apretarlo un poco más. —Mi amor, no pienses en esas cosas, detesto que te sientas mal o inseguro. Si bien hay cosas que me gustaría cambiar un poco, no tiene nada que ver con nuestra relación. Te amo, y todo este tiempo me has hecho muy feliz, aun cuando nos mandamos al demonio y discutimos, porque al rato ya estamos buscándonos y necesitándonos. —Concluyó entrelazando los dedos con los de su interlocutor, recibiendo un asentimiento mudo de su parte. —Oye... ¿Por qué de pronto te sientes tan inseguro?

—No me siento inseguro. —Respondió— Sólo quiero saber qué puedo mejorar para hacer que mi novio se sienta mejor cada vez, ¿qué no es normal? —Expuso entonces con cierto tono de exasperación camuflada, Yusuke en tanto guardó silencio sólo pensando, puesto que ahora que lo pensaba nunca nadie había hecho eso por él.

Cuestión de entendimiento. [lynch.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora