Una obscura noche mientras la ciudad dormía. Justo en ese punto en el que incluso el viento deja de sonar; todo el bosque se iluminó, solo que no había nadie para apreciarlo, e incluso si alguien hubiese estado ahí, no creerían en cual maravillosa aparición.
Ni un alma pudo contemplar el cómo en medio del bosque bajaba desde el cielo una luz que poco a poco tomaba forma de algo parecido a un cuerpo hasta aterrizar entre los árboles.
Y así, como la penumbra se desvanecía gracias a los rayos de sol que tornaban naranja el cielo, la imagen de esa hermosa aurora cayendo sobre la tierra quedó en el olvido de quienes aún en sueños pudieron presenciarlo.
*
Los rayos de sol tocaban la ventana de aquella habitación de paredes alabastro; el desorden en el suelo era prueba de la poca atención que se le daba a los deberes en ese lugar. Y acompañado del cántico de los pájaros, una sonora alarma con el pitar de un camión de bomberos impactó en el silencio del lugar.
Kim YuKwon era un chico bastante perezoso, y sin intención alguna de empezar el día, extendió el brazo de bajo la cobija para con la palma de la mano golpear torpemente la alarma.
No era que hubiese despertado, su rostro en ningún momento había dejado la almohada, era tanto como un reflejo de su propia pereza el pedir 'cinco minutos más' y tal como si fueran segundos, nuevamente el silencio se vio interrumpido por la alarma. Levantó el rostro, apenas abriendo un ojo, gruñó enfadado; el rubio cabello caía por su frente aunque la parte trasera era como un remolino.
Se arrastró, porque eso no era caminar, hasta el baño y como cadáver se quedó bajo la regadera mientras el agua tibia cubría su cuerpo.
YuKwon era una de esas personas que siempre estaban rodeadas de gente, aquellos que siempre llamaban la atención de los demás, ya fuera por su cabello decolorado, su enorme sonrisa que siempre solía mostrar o su para nada discreta risa.
Todos los días al llegar a la escuela, se sentaba en el pupitre del centro, era el lugar más cómodo para que todos lo escucharan al decir una broma. Para él, era normal ser el centro de atención en la escuela. Pero a pesar de las constantes atenciones por parte de sus compañeros y maestros, YuKwon no tenía amigos, ni uno solo. Claro, Kyung era uno de los pocos que siempre tenía a un lado e incluso se le podría considerar 'amigo' a JiHoon, que lo acompañaba un rato después de la escuela, pero no. No lo eran puesto que ninguno conocía en verdad a YuKwon, no les importaba su vida personal, simplemente les parecía agradable tener a alguien tan divertido a un lado. De todos modos al rubio no le afectaba mucho, estaba acostumbrado a la soledad, no vivía con sus padres desde hacía ya mucho tiempo. Su padre había fallecido cuando él era pequeño y su madre tenía un trabajo que implicaba cambiar de ciudad constantemente, siendo que no quería interrumpir la educación de su hijo, prefirió darle la libertad de vivir por su cuenta, aunque ella era quien pagaba todo. Era algo así como un pueblito, uno de esos lugares donde todos se conocen, un lugar pequeño con un bosque y lago al alcance de todos. A YuKwon le gustaba ese lugar por su tranquilidad y fue una de las razones por las que le alegraba el que su madre lo hubiera dejado ahí.
YuKwon mantenía una sonrisa en el rostro durante todo el día, una sonrisa divertida que llenaba de alegría a los demás, una sonrisa que al mirarse al espejo se veía triste y sin trasfondo. En las noches justo cuando lo único que iluminaba el cielo eran las estrellas, se acomodaba en su cama, cerraba los ojos y conforme el sueño se iba apoderando de él, su sonrisa se iba borrando.
Justo en aquella noche de cielo oscuro, YuKwon se acostó en su cama, tomó su almohada entre los brazos y la apretó con fuerza como en un abrazo. Sus ojos estaban abiertos pero su rostro no tenía expresión alguna, la mirada perdida en el techo reflejaba la melancolía de su alma, esa sensación de no pertenecer a ningún lado, un vacío que le recorría todo el cuerpo, la soledad se lo estaba llevando.
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My star falling in line
FanfictionYuKwon es uno de esos chicos que siempre están rodeados de gente, de aquellos que siempre hacen bromas y sonríen, pero detrás de esa sonrisa solo hay soledad. Zico es una estrella, una estrella con una misión; sin embargo al encontrarse con él, s...