Y ahí estaba ella sentada en la orilla de su cama pensando en lo que pasó la noche anterior, ese beso que marco su relación con el de por vida, pues ayer sucedió lo imaginable.
Eran las seis de la tarde cuando quedo de verse con Charlotte su mejor amiga para ir a aquella fiesta que había esperado con ansias, pues ahí lo encontraría a él, su amor platónico, bueno o al menos para ella era imposible, pues se sentía tan poca cosa que creía que él jamás se fijaría en ella, pues su físico era su mayor complejo, el hecho de que tuviera peso de más la hacía sufrir demasiado.
-Oye, ¿Crees que me veo bien? – Dijo Sophya con un tono de inseguridad.
-¡Claro que sí!, te ves estupenda – contesto Charlotte
-Ojala y este ahí me muero de ganas de verlo, aunque estoy segura que para el soy invisible.
-Eso no es cierto, y si él no te nota es porque es un completo imbécil.
El comentario de Charlotte hizo que Sophya tuviera un poco más de autoestima, aunque no se sentía conforme. Llegando a la fiesta se dio cuenta que él no estaba, o tal vez se encontraba por ahí con alguna de esas chicas bonitas, de cuerpos de revista, pero con un defecto, cero por ciento de cerebro.
Cuando se sentó en la mesa se percató de que el salía del baño de caballeros, obviamente deseaba que la tragara la tierra.
-¿Has visto quien salió del baño de hombres?- dijo Charlotte
-Sí, lo he visto- dijo un poco malhumorada- deberíamos de… ni si quiera termino la frase cuando sintió unas cálidas manos sobre sus ojos.
-¿Quién soy bonita?- le susurro una voz angelical al oído, era el, la persona que jamás creyó que vendría a hacerle tan lindo detalle.
-Amm no lo sé- dijo ella creyendo que todo aquello era producto de su imaginación; sin embargo, todo era dulce realidad.
-No hermosa, soy yo Owen.
En ese momento sintió un revoloteo de mariposas en su estómago, no podía creerlo aquello era maravilloso.
-¿Me permites este baile?- le dijo el con la mano estirada casi como aquel príncipe que todas soñamos.
-Claro- dijo ella con timidez
Comenzó a sonar aquella melodía tan hermosa, bailaron juntos, casi como si fueran uno mismo, ella quería que eso jamás terminara. Al termino de aquel lindo baile él se la llevo hacía el jardín del salón de fiestas, se sentaron en aquella banca al fondo.
-Eres tan bonita- le dijo con una gran sonrisa en el rostro.
-¿Enserio? ¿Lo crees?- dijo ella con la cabeza hacia abajo
-Claro que lo creo- dijo tiernamente-
-¿Pero es que...?- y entonces ocurrió la forma más bella en la que te puedan decir Cállate, la beso y deseo que ese beso jamás terminara, deseaba que ese beso fuera eterno.
-¿Por qué has hecho eso?-dijo ella después de tan mágico momento
-¿Te molesto?- le dijo el con tristeza
-Amm no pero… por que ha mi si hay tanta chica linda allá adentro
-Porque, a mí no me interesa nadie más que tu-.
Capitulo II
-Hija, ¿Estas lista?, se te hace tarde para el colegio- dijo su madre
Aquella voz despertó a Sophya del trance en el que se encontraba, tenía que ir al colegio deseaba llegar para contarle a Charlotte la bella experiencia de anoche.
ESTÁS LEYENDO
Tan solo era un juego (En proceso de edición)
Teen FictionNunca juegues con los sentimientos de alguien, no sabes el daño que le puedes provocar, o peor aún el daño que te provocarás a ti mismo. >> NOTA: La historia será editada tanto ortográficamente como en la trama. Será un giro de 360º. Espero resulte...