-Pasa y cierra la puerta con seguro...-
El otro así lo hizo, para luego darse vuelta a mirarlo.
-¿Sucede algo Señor?-
-Ya lo sabrás...-
Ese era el día, tenía planeado dejar de jugar, iba a tomar lo que quería en ese momento, sin importar a quien le molestara.
***
Kim JongIn, él era el CEO de una de las mejores empresas encargadas en cosmética de toda Corea del Sur, lo que a la gente le sorprendía era que alguien de tan solo veintinueve años llegara a ese puesto con tanta "facilidad". Lo que ellos no sabían era que justamente Kim JongIn había sacrificado toda su juventud (a pesar de que aún no era tan mayor) en terminar sus estudios con las mejores notas, recibir su título en Ciencias Empresariales con honores, para luego conseguir un buen trabajo, y una vez lo hizo solo fue cuestión de poco tiempo para ir escalando en el rubro.
Aunque él hubiera sacrificado su juventud, y todos los placeres que la gente disfruta cuando pasaba por esta, todo había ido bien para él, o más o menos bien, y decía más o menos porque todo en su vida se había puesto de cabeza hace casi un año, cuando su antigua asistente personal, comenzó a sufrir problemas con su salud, decidiendo renunciar, provocando así un cambio de persona en este puesto.
El puesto había sido ocupado por un hombre de su misma edad, su nombre era Oh SeHun. Había sido recomendado para el puesto por el mismo presidente de la empresa, por lo que él sabía era el hijo de un amigo del hombre, pero no era hijo de un exitoso empresario, el padre de Oh SeHun trabajaba en el club (el cual era concurrido por personas bañadas en dinero, para disfrutar de sus días en grandes campos, piscinas y todo tipo de lujos) al que iba el presidente desde hace muchos años, y se habían logrado hacer amigos, entonces era un favor de su parte. También por lo que SeHun le había dicho (no por cuenta propia, más bien por complacer a su jefe y sus preguntas indiscretas), el trabajo lo necesitaba para poder terminar de pagar sus estudios, los cuales había retrasado por problemas económicos en su familia. Pero lo que había complicado la vida de JongIn no era que su nuevo asistente fuera incompetente, todo lo contrario, él era excelente en su trabajo, se ocupaba tanto como de sus temas laborales, como la vida personal de JongIn, aunque este a veces no se lo pidiera, él lo hacía por voluntad propia, la verdad era que no tenía ni una sola queja hacia él, bueno tal vez si, pero solo una. Seguía sin entender si el hombre no captaba sus indirectas, o solo no lo tomaba en cuenta y eso era justamente la causa de su actual frustración.
Cuando SeHun había entrado por primera vez a su oficina, no estaba seguro pero era muy probable que se hubiera quedado con su boca entre abierta mientras lo miraba de pies a cabeza, llevaba unos pantalones y saco negro permitiendo ver su camisa de un color azul claro, aunque estaba vestido formalmente, la ropa que llevaba puesta se le ceñía perfectamente a su cuerpo, dejando ver su esbelta figura, y unos anteojos con un fino marcos redondos adornaban su rostro muy serio, que se veían perfectamente bien en él. Su piel tan nívea y tersa, causaba que el dueño de la oficina, quisiera levantarse y recorrer con sus manos esa hermosa piel. La verdad era que JongIn no recordaba haber visto a alguien tan sexy en todos los años de vida que llevaba. Solo había logrado reaccionar cuando su nuevo asistente, hizo una reverencia y se presentó, luego de hablar un poco con él, SeHun se marchó diciéndole que si necesitaba algo estaría fuera haciendo algunas cosas, que la persona que lo guío le dijo que debía hacer inmediatamente llegara, y cuando se dio la vuelta para irse, JongIn sintió como el aire se escapaba de sus pulmones, la simple vista de su redondo trasero lo había dejado sin aire por unos largos segundos, y con el cuerpo acalorado.
Desde ese momento, se mantenía dándole caricias y cumplidos discretos, pero nada, este ni reaccionaba a sus cumplidos, y sus caricias, Jongin notaba como este fingía no sentirlas, a menos que le acariciara el cabello como tanto le gustaba hacer. Debido a esto, todos esos meses desde que Oh SeHun había aparecido en su vida, comenzó a sentirse frustrado en todos los sentidos posibles, si incluyendo sexualmente. Aunque este no haya disfrutado su juventud, no significa que luego de llegar a sus objetivos, no comenzara a satisfacerse sexualmente con conquistas de una noche, JongIn admitía no ser ningún santo, como también admitía, que la indiferencia de SeHun estaba afectando su vida en casi todos sentidos.
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Amor Entre Papeles [KaiHun - OneShot]
Short StoryOneShot 4334 Palabras. Un CEO enamorado de su asistente. Lemon.