Exáctamente a las 22:30 PM mi familia había llegado de la calle, Jeannine con una nueva paleta de colores entre sus pequeñas manos, iba sujeta de los hombros de mi padre, Benn, quien la cargaba con un brazo al tiempo que tomaba de la mano a mi madre, Bonnie. A penas había logrado escucharlos como si hubieran estado muy lejos, luego de ello solo continué durmiendo tranquilamente en mi cama, casi cruzando los dedos para que no tuviera otra pesadilla como la de la noche anterior.
Lamentablemente, nada resultó ni muy bien ni muy mal.
~Descalza, iba caminando descalza sobre las hojas secas y las ramas de los árboles que habían caído por el Otoño. Mis pies de pálida piel comenzaban a soltar un poco de sangre a medida que yo avanzaba, haciendo crujir cada partícula bajo mi presencia.
Por alguna desconocida razón, sentía una opresión en el pecho, como si estuviera constantemente buscando a alguien y no pudiera encontrarle nunca, ¿Qué o Quién podría ser y por qué?.
- ¿¡Hola!?
Cuestiono en voz alta, casi en un grito que resuena como eco a lo largo del bosque en el que me encontraba. Pasan unos cuántos minutos en cuanto de pronto un pequeño ruido viene de vuelta hacia mí.
Las pupilas de mis ojos se dilatan un poco y corro un mechón de mi cabello negro a atrás de mi oreja, logrando así poder escuchar mejor, quedando en un estado de total alerta. Mi vista sigue a una esbelta y alta figura de largo cabello y al parecer, dos cuernos enroscados que corría de un lado a otro con mucha rapidez. Una sensación de desesperación y miedo recorre mi cuerpo de la punta de mis pies a la punta de cada uno de mis cabellos, el sudor perlaba mi frente por la situación que estaba ocurriendo, Dios quisiera que despertara pronto de esta horrible pesadilla.
-Kathrin..
Susurra una voz grave, la cual hasta podía sentir vibrando en mi hombro derecho. Gracias a ello con un temor interno muy grande, me doy media vuelta y levanto la vista hacia la extraña y desconocida figura que se alzaba imponente ante mi persona.
Tal como había dicho anteriormente, ahora reconozco que la figura es una mujer, sí tiene cuernos enroscados y ellos salen de una mata de lacio y largo cabello negro, sus ojos iban como si estuvieran pintados con pintura cosmética, era como una sombra sobre ellos. Al abrirlos noté que el iris de sus ojos eran rojos..
-No puede ser...tú..¡Tú de nuevo! ¿¡Qué quieres de mí!?
-Baja el tono, Kathrin, alguien podría escucharte.
-¡No quiero bajar el tono! ¡Exijo saber quién eres!
-Mi nombre es Ezel, te he estado vigilando hace un par de noches atrás, he venido a guiarte
- ¿A guiarme? ¿En qué?
-He venido a guiarte para que conozcas tus orígenes y puedas conocer los peligros que te acecharán desde ahora en adelante. Te enseñaré todo lo que debes saber y además a controlar tu habilidad de controlar el..~
-¡Kathrin!
Resuena la voz de mi padre, interrumpiendo mi sueño y devolviéndome a la mundana realidad de cada día. Se había hecho ya de día, volteo un poco a ver el reloj de mi mesa de noche y me sorprendo un poco al ver que ya eran las 12:00PM de la tarde. Todo cobraba sentido, ya entendía por qué mi padre trataba de despertarme con tanto ímpetu, era bastante tarde y yo nunca me despertaba a estas horas.
-Buenas Tardes, Bella durmiente, ¿Estás bien hija?
-Buenas Tardes Pa -suspiro levemente y tallo mis ojos suavemente con mis manos antes de volver a verlo.- Me duele un poco la cabeza, pero estoy bien, ¿Y tú?
Una de sus manos se dirigió hasta mi frente y se quedó en ella, y
tomando mi temperatura. Él iba con una camisa color burdeo y las mangas de estas estaban arremangadas hasta los codos, dejando ver sus fornidos y bronceados brazos. Debía de hacer calor como para que estuviera así.
Bajo las puntas de su negro cabello que caía hasta la altura de sus cejas, se hallaba ahora un fruncido ceño, al tiempo en que separaba su mano de mí, inclinándose para dejar un beso en la punta de mi nariz.
-Tienes fiebre cariño, me levanté a verte un par de veces anoche, estabas gritando como si hablaras con alguien, ¿Está todo bien?
Hago una pequeña mueca al escucharlo y resoplo, corriendo con el aire de mi boca un mechón de cabello negro hacia arriba, para que no molestara en mi rostro. Una sensación de extrañeza me recorrió al enterarme de que había estado en aquél estado mientras dormía, pues si eso pasaba, ¿Qué clase de cosas gritaba?. Si bien me había interrumpido el sueño, debía hacer todo lo posible por conseguir volver a ver a esa criatura que estaba hablándome.
-Estoy bien, Pa, Te lo prometo..
