do me a favour ☁ stylinson

e p í l o g o.

Harry se va esa noche, en la motocicleta prestada de Zayn. Cuando llega a su casa, está prácticamente congelándose debido al viento helado de esa época del año. Guarda el vehículo en el garage y debe salir nuevamente para entrar por la puerta principal. Cuando está encajando la llave en la cerradura, ve un papel tirado a sus pies, a punto de volarse. Se agacha y lo toma en sus manos, caminando dentro de su caliente hogar, finalmente puede leer lo que dice aquél papel, que ahora se nota, es un folleto.

“Parque de diversiones; Shooting Stars”.

A Harry le pareció extraño el hecho de que haya un parque de diversiones en su pueblo, al ser tan pequeño usualmente no los llevaban allí, y cuando así era, se armaba un revuelo. Le parecía algo extraño, sin embargo como siempre, lo único que pudo hacer fue pensar en Louis, y en que lo llevaría tan pronto como se recupere.

Al día siguiente.

Harry se pasó todo el día mensajeándose con Louis, el castaño le contaba que ya estaba completamente recuperado, por lo que Harry decidió invitarlo a una jodida tercera cita (primera, en realidad), ésta vez al parque de diversiones. Estaba seguro de que pasarían un buen rato. Tenían que hacerlo, o Harry se arrancaría sus rizos uno por uno.

Quedaron en que pasaría a buscar a Louis el domingo, irían al jodido parque y Harry finalmente podría decirle que lo traía loco. Que no podía parar de pensar en él.

La idea de un rechazo se abría paso en su cabeza cada vez que pensaba sobre lo que iba a hacer, pero él siempre fue de las personas que piensan que si lo arriesgas todo, no pierdes nada. Además tiene la muy leve sospecha de que a Louis le pasa algo con él. No habría dejado que lo casi-bese tantas veces si no fuera así, ¿Verdad?

Domingo.

La mañana del día domingo, Louis se levanta casi volando de la cama. A las 9am está duchándose y quince minutos después tiene una toalla atada a la cintura, y está parado frente a su closet, mientras busca qué usará el día de hoy. Metiendo su cabeza entre los montones de ropa y descartando prendas (lanzándolas lejos), no se da cuenta de la pequeña y traviesa presencia en la habitación.

—¿¡Qué haces!? —Lottie chilla con su aguda voz.

Louis grita cuando la escucha y sostiene su toalla que casi se cayó. Se gira hacia su hermana y la mira con el ceño fruncido.

—¡Lottie, me estoy cambiando! Podrías darme un poco de privacidad.

—¿A dónde vas? —ella pregunta, lanzándose a la cama del castaño sin realmente importarle lo que acaba de reprocharle.

Louis se lo acaba contando, y la pequeña está tan emocionada que insiste en ayudarle a vestirse. Pero ella parece no encontrar nada que le guste en el armario de Louis, así que ese día Louis es obligado a gastar sus ahorros en ropa que a su pequeña hermana le convenza. No cree llegar a ser más patético.

Se pasa toda la mañana pensando en qué va a suceder y rogando, realmente, para que esta ve no suceda nada que arruine su cita.

Finalmente llegan las 7 de la tarde acompañadas de un hermoso chico en su puerta, dos cascos en sus manos y brillosos ojos verdes.

—¿Estás listo para divertirte?

Louis se ríe y asiente, acompañándolo hacia la moto que supone que es la que Zayn le ha prestado. Harry se sube sin problemas y se coloca el casco antes de notar que el pequeño está mirando el vehículo como si estuviese por subirse a un tren derecho al infierno.