OJOS AZULES

Cap. 2

De nuevo los gritos insoportables de mi madre me sacaban de mis sueños profundos, amaba soñar de esa manera, alucinar las cosas que veo y pensar que las vivo, pero hoy mi madre me desperto de seguro para proponerme que me case con el idiota que habia llegado el dia de ayer para atormentar mi vida como lo habia hecho hace unos años, al parecer urgia que me case con alguien de dinero pero estaba harta que se metan en mi vida a veces quisiera ser como mi hermano, armar valor y largarme pero era tan cobarde que no reunia aquello que necesitaba. Abri mis ojos y observe el rostro de mi madre con algo de amargura, ella estaba ahi parada mirandome, voltee mi mirada y me fije en los retratos que tenia en mi habitacion, todo era mas facil cuando era niña y no importaba nada de lo que sucederia en mi casa simplemente importaban los debates que tenia en mi cerebro. 

-  Cecilia acaba de llamar, llegaras tarde - me puse de pie y cogi una toalla como cada mañana hacia - debes apresurarte

-  Esta bien - le respondi - ayer discuti con Daniel

-  ¿Que sucedio? - pregunto mi madre evidentemente preocupada por su hijo mayor

-  Al parecer Leila no me aguanta, pero me da igual - cerre la puerta del baño 

Si lo me importaba lo que pase con mi familia sobre todo con mi hermano pero no obligaria a la bruja que me acepte y menos le pediria disculpas por lo que sucedio hace tiempo, no me rebajaria a decirle que lo sentia aunque realmente disfrute de arruinar su fiesta de cumpleaños asi como ella arruino mi vida, estabamos a mano despues de todo. Sali de la ducha y me puse un polo color morado con un jean pegado al cuerpo y mis zapatillas. Sali de mi habitacion para ir a tomar desayuno, hoy era uno de esos dias en que desayunabamos en familia, extrañaba todo lo que haciamos cuando eramos felices sin intrusas y sin envidiosas.

-  Buenos dias Natalia, tu madre me comento que te has conseguido un empleo, me parece muy bien que te valgas por ti misma - mi padre se enorgullecia de mi o quiza simplemente fingia para que mi madre no le diga nada.

-  Ella me consiguio el trabajo, supongo que debo madurar - al menos eso confirmaba lo cobarde que era para decirle: ¡me quiero largar de tu casa pero no tengo ni un puto sol!

-  Natalia he pensado en regalarte un departamento - cada vez me enojaba mas

-  ¿Por que no me dices mejor que me largue? - le espete de inmediato, no me gustaban los rodeos - lo hare no te preocupes

-  Natalia sabes que no es eso - ahora me dira una excusa - debes crecer y al lado de tu madre no lo haras, debes buscar un esposo que te cuide, te ame y te mantenga - puse mis ojos al escuchar lo que me decian

-  En primer lugar no buscare a nadie para que me mantenga por algo he comenzado a trabajar. Ademas si tanto quieren que me mude lo hare ya que asi no tendre que escucharlos a cada rato decirme que me consiga un esposo! - sali apresuradamente de esa casa a la que ya no le podia decir mi hogar...

Lastima que esa noche tendria que regresar, ya que no tenia un lugar donde quedarme, pero eso pronto iba a a cambiar, hablaba en serio sobre lo de conseguir un departamento y mudarme de ahi lo mas rapido que pueda. Pero primero tenia que ir a trabajar para poder costearme todos mis gastos y ya llegaba tarde; toque el timbre...

- Hola Natalia - me saludo Cecilia - pense que llegarias mas tarde

- Hola - respondi - Pero la verdad es que llego 5 minutos tarde

- Oh! No te preocupes, Nicolas esta en su cuarto, ya sabes donde es, asi que sube

- Gracias - respondi. Subi rapido, lista para desde ahora hacer bien mi trabajo y poder salir adelante yo sola...