Prólogo

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-¡Déjame pasar!

-Nope...

-Llevas demasiado tiempo en el baño, ¿segura de que sigues viva o es que te ha tragado la taza?

-Una señorita necesita tiempo para consentirse un poco.

-Córtale a tu chorro.

-Si me hubieras dicho que iríamos a una fiesta no estarías chillando ahorita.- abrí el grifo del agua para quitar los restantes del jabón que quedaba en mi cabello.

-¡Alland me estoy cagando aquí a fuera!- escuche como Drev soltaba un golpe en la puerta para que lo dejara pasar.

Solté una risita al notar su desesperación, cuando de pronto ocurrió... ¡me entró jabón en el ojo!; ¡esto arde como el demonio!, ¿por qué no crean un jabón libre de lágrimas?... oh espera si existe pero no tenemos porque somos demasiado tacaños para comprarlo.

-Si tanto te urge en el pasillo hay una maceta.- Dije a la vez que enjuagaba mis ojos dañados por el líquido. Oí un resoplido por parte de él y una risita salió de mi boca; me divertía hacer sufrir a las personas; aparte él se lo había buscado me contó sobre la fiesta con tan sólo una hora de antelación, eso es nada en mi tiempo.

Escuché que alguien tocaba el timbre y los pasos de Drev dirigiéndose a la puerta, así que salí de la ducha y continué arreglándome. Conecté la secadora y comencé con el cabello, puse un poco de blush en mis mejillas para darles color, apliqué el rimel suficiente para no parecer un payaso después de la fiesta; intente derlinearme el ojo, pero me piqué tres veces, así que lo descarté. Durante todo este tiempo estuve viendo un capítulo de "American Horror Story".

Al salir del baño grité a Drev esperando un insulto de su parte o un deseo de muerte.

-¡Todo tuyo!- pero no hubo ningún insulto de respuesta o deseo de muerte, me dirigí a la sala. -no me digas que haz regado la planta de plástico...

Encontré a Drev sentado en el sillón, con la mirada perdida en el suelo y el retrato de la familia echo pedazos, me preocupe, no sabía el por qué de su actuar así.

-¿Drev?- pregunte asustada y a la expectativa por lo que pasaría a continuación.

Volteó la mirada con los ojos rojos, y pude ver en ellos que algo no iba bien.

-Alland...

Jet LagDonde viven las historias. Descúbrelo ahora