Marcado a fuego.

2.Comienzo de la historia

Justo en el momento en el que Rebeca iba a hablar unos golpes en la puerta nos distraen de ella.

Se abre la puerta, un hombre joven aparece por la puerta, es moreno y con los ojos color almendra, reparo en su bata blanca, será uno de los medicos de Rebeca pero me equivocaba ya que se aclara la garganta y dice:

-Hola, soy Roberto, el psicologo de esta Hospital, venia a hablar con Rebeca.

-En ese caso nos vamos, no queremos molestar-dice Alicia todo lo rapido que puede-

-La verdad es que no estaria mal que se quedaran ya que como ya me dijo Rebeca vosotras estubisteis con ella en toda....todo..enfin en todo lo que le pasó.

Alicia y yo nos miramos y la verdad es tentador quedase e intentar hablar de ello con Rebeca.

Roberto nos hace un gesto para que salgamos de la habitación, al salir no hay rastro de la madre de Rebeca, me parece extraño que no esté en la puerta como un perro haciendo guardia.

-Chicas id por ese pasillo hasta el final y entrad en la puerta que pone "Sala de Visitas" ahora vamos REbeca y yo.

-Claro!

Alicia empieza el camino y yo la sigo con buen pie, una vez estamos delante de la puerta Alicia llama a la puerta y al no obtener respuesta entendemos que no hay nadie y entramos.

Una habitación blanca con un sofá de identico color con dos butacas a conjunto era el único mobiliario de esta, lo unico que me pareció aceptable eran las vistas de la ventana, esta mostraba la parte trasera del hospital, el parque en el que los niños hospitalizados pueden jugar y ser niños.

La voz de Alicia me desconcentra de mis pensamientos

-Cres que esto sera lo mejor para Rebeca?

-La verdad, creo que es lo mejor para todas, Laura y Alexandra se lo merecen, no crees ?

no le da tiempo a contestar, Roberto entra con Rebeca, espera, no es ella es un celador que empuja la silla de ruedas en la que se ve una demacrada Rebeca, entran los dos y la coloca junto al sofá blanco, ella asiente a modo de aprovación.

Roberto se sienta en uno de los sillones y nos llama para que nos sentemos en el sofá.